El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este lunes la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que será reemplazada por una agencia de recaudación, de la que a su vez dependerán dos direcciones.
La decisión, celebrada en redes por el presidente Javier Milei, llevaba varias semanas tomando forma y apunta también a achicar la planta del Estado con la reducción del número de empleados del organismo.
“El Gobierno les anuncia muy felizmente que a partir de hoy la AFIP dejará de existir. En su lugar se va crear la Agencia de Regulación y Control Aduanero, con una estructura simplificada. Se van a reducir 45% las autoridades superiores y un 35% los niveles inferiores de la estructura actual. En total, se eliminarán el 34% de los cargos públicos. Se reubicarán y pasarán a disponibilidad unos 3100 empleados que ingresaron durante el último gobierno de manera irregular. Esto va a suponer un ahorro presupuestario en torno a los $6400 millones”, dijo Adorni durante la conferencia realizada en la Casa Rosada, en la que no permitió preguntas.
Poco después de la conferencia, la Oficina del Presidente sacó primero un comunicado sobre el tema y luego un segundo mensaje, en el que consignó: “El Presidente Javier Milei decidió disolver la AFIP y crear en su lugar un nuevo organismo con una estructura más simple, más eficiente y menos costosa. De esta manera, el gobierno nacional destruirá los circuitos corruptos, eliminará privilegios del pasado y optimizará la gestión pública”.
Detrás del anuncio está una decisión que venía tomando forma desde hace tiempo en las altas esferas del gobierno nacional, donde buscaban introducir cambios en una estructura que no solo consideraban “desmedida” y que daba lugar a todo tipo de “curros”, como sostuvieron cerca del Presidente, sino que los montos de los sueldos jerárquicos superaban ampliamente incluso al del propio presidente Javier Milei, todos los miembros del gabinete y ministros de la Corte Suprema de Justicia, según enumeraron fuentes oficiales consultadas. El monto de los sueldos a revisar sería de entre 16 millones y 30 millones de pesos, según informó Adorni.
El anuncio incluyó la decisión de eliminar 3155 puestos de trabajo de la AFIP, que, según dichos del portavoz presidencial, corresponden a personas que se incorporaron durante la administración de Alberto Fernández. Esto apunta a seguir reduciendo la planta del Estado, una de las metas de la administración libertaria.
Desde UPS-AFIP, uno de los gremios en los que están agrupados los empleados del organismo, rechazaron los anuncios. “No dejaremos que se vulneren los derechos de los trabajadores”, sostuvieron a través de un comunicado, donde también afirmaron que “no serán toleradas las desvinculaciones en base al origen político”. Advirtieron, en tanto, no tener “objeciones a la reducción de los cargos políticos -que se llaman altos cargos en el comunicado-”, entendiendo que eso “es una facultad del Poder Ejecutivo.
La decisión de introducir los cambios en la estructura del organismo impositivo se terminó de concretar el jueves por la tarde, cuando llegaron a Balcarce 50, desde sus despachos en el Palacio de Hacienda, el titular de Economía, Luis “Toto” Caputo, y la responsable de la AFIP, Florencia Misrahi. Subieron hasta el primer piso y estuvieron en el área a cargo del estratega presidencial Santiago Caputo.
Según la información dada por Adorni y completada luego a través de un comunicado de la Oficina del Presidente, las dos dependencias que quedan bajo la Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA), en la órbita de Misrahi, son la Dirección General Impositiva (DGI), a cargo de Andrés Vázquez, y la Dirección General de Aduanas (DGA), de José Andrés Velis.
El nombre de Vázquez llamó la atención en fuentes cercanas al mundo económico y de la AFIP. Estuvo en el organismo, donde trabajó junto a Ricardo Echegaray, con quien aseguran que mantuvo una relación tensa, y terminó siendo desplazado por él en abril de 2015. Fue en el comienzo del ocaso del segundo gobierno de Cristina Kirchner. Entonces se habló de una “rotación de directores”. Velis tiene más de 30 años en Aduana, se lo ubica detrás de lo que será el proceso de modernización del área. Y su llegada se da en reemplazo de Eduardo Mallea.
Adorni también anunció que se revisarán los altos sueldos del personal jerárquico. “Por otro lado, se tomó la decisión de que dejen de cobrar la llamada cuenta de jerarquización”, dijo. Hoy, la titular de la AFIP cobra más de 30 millones de pesos por mes y los directores, más de 16 millones de pesos mensuales, según la información oficial. “Ahora van a pasar a cobrar, tanto el titular como los directores, sueldos equivalentes o equiparables a los que cobran los ministros y los secretarios de Estado”, resaltó. Y consideró que el organismo de recaudación de impuestos funcionó durante muchos años como una “caja política” y fue utilizado para someter a “muchos argentinos a persecuciones inmorales”.