Alfredo Yabrán fue uno de los empresarios más poderosos del país durante la década del 90. Es considerado el presunto instigador del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, ocurrido en Pinamar el 25 de enero de 1997. Un año después de la muerte de Cabezas, Yabrán se disparó con una escopeta en la boca, segundos antes de que doce policías irrumpieran en San Ignacio, una de las estancias que poseía, cerca de Larroque, su ciudad entrerriana natal. ¿Por qué Yabrán era tan poderoso y qué vínculos tenía con el poder de turno?
El programa Terapia de Noticias explicó los motivos. El periodista especialista en materia de Seguridad Gustavo Carabajal recordó el vínculo del empresario con el ex presidente Carlos Menem: 'Elías Jassan había sido empleado de él. Dos días después de la muerte de Cabezas, Jassan recibió un llamado de la custodia de Yabrán'. Y añadió: 'Yabrán le puso a [Carlos] Menem el ministro de Justicia'.
El entones editor general de la revista Noticias, el periodista Pablo Sirvén, recordó que Yabrán 'dijo en una entrevista al diario Clarín que 'tener poder es impunidad'. Se ufanaba de ser un empresario misterioso (...) era un hombre muy misterioso que quería hasta las últimas consecuencias que no se supiera nada de él'.
Alejandra Daiha trabajaba como redactora en la revista Noticias cuando José Luis Cabezas fue asesinado. Hoy es editora ejecutiva de la revista y contextualiza: 'Es importante destacar que Yabrán pasó todas las etapas políticas. En este momento contaba con los avales del menemismo.(...) Hay una responsabilidad cívica muy compartida'.
El Tribuno