La despenalización del aborto podría fracasar de manera estrepitosa en el Senado, donde el rechazo a la iniciativa que impulsan sectores feministas, sociales y políticos está muy cerca de alcanzar la mayoría absoluta de 37 votos, es decir, la mitad más uno de la Cámara alta.
Así surge de un sondeo realizado por LA NACION durante las últimas dos semanas. Sobre 55 senadores consultados, 28 se manifestaron en contra y solo 12 lo hicieron a favor. Los 15 restantes prefirieron no hacer público su voto.
Teniendo en cuenta la cantidad de "no sabe/no contesta" y que aún quedan 17 legisladores sin consultar, se puede decir que el resultado está abierto.
Sin embargo, una gran proporción de aquellos que prefirieron no contestar se inclinarían por el rechazo a habilitar la interrupción voluntaria del embarazo antes de las 12 semanas de gestación. Además, la cifra de voluntades negativas anticipadas está muy cerca de la mayoría absoluta (37 votos sobre los 72 miembros del Senado), lo que bloquearía cualquier posibilidad de que pueda avanzar una ley de esas características.
Un dato a tener en cuenta es que en este tema no hay posiciones partidarias monolíticas, sino que impera la libertad de conciencia; por lo que la división de posturas atraviesa a todos los bloques. Tampoco parece ser una cuestión de género, ya que la despenalización del aborto reúne una alta proporción de rechazos entre las senadoras.
Entre los legisladores que anticiparon su apoyo a legislar la interrupción voluntaria del embarazo se destacan el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto (Río Negro), y el oficialista Humberto Schiavoni (Misiones), un macrista de nota y presidente de Pro a nivel nacional.
El caso de Pichetto sorprendió a propios y extraños. No solo porque hizo público su posicionamiento en una entrevista radial, sino porque el líder de la oposición en la Cámara alta fue uno de los primeros en acusar a Mauricio Macri de usar el aborto para desviar la atención de la situación económica.
Entre los que votan de manera negativa figuran destacados oficialistas, como los macristas Federico Pinedo (Capital) y Esteban Bullrich (Buenos Aires), presidentes provisional del Senado y de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, respectivamente, y el radical exvicepresidente Julio Cobos (Mendoza).
Un caso particular en el oficialismo lo planteó el cordobés Ernesto Martínez (Cambiemos), quien se declaró en favor del aborto en los términos del fallo del caso FAL. En otras palabras, apoya la interrupción del embarazo solo para víctimas de violación.
Pero también anticiparon su rechazo varios senadores de la oposición, como Rodolfo Urtubey (PJ-Salta) y Adolfo Rodríguez Saá.
El puntano hizo público su posicionamiento sobre el aborto el viernes último, luego de entrevistarse con el obispo de San Luis, Daniel Martínez Perea. "Los legisladores del Frente de Unidad Justicialista vamos a votar en defensa de la vida", afirmó Rodríguez Saá al término de la entrevista con el eclesiástico.
No obstante su rechazo, el legislador es coautor, junto a su comprovinciana y compañera de bloque, María Eugenia Catalfamo, de un proyecto de ley de convocatoria a consulta popular no vinculante sobre la despenalización del aborto. Una iniciativa de similares características presentaron también los radicales Luis Naidenoff (Formosa) y Ángel Rozas (Chaco).
A diferencia de lo que ocurre en Diputados, en la Cámara alta no se han presentados proyectos para legalizar o despenalizar el aborto,
Sin respuesta
Entre los que todavía no fijaron posición sobresale Cristina Kirchner, cuyo nombre ha sido eje de especulaciones sobre un supuesto viraje del rechazo -se negó a impulsar la discusión del tema durante los ocho años que gobernó el país- a un supuesto voto a favor del aborto. Lo concreto es que, al cierre de esta edición, el vocero de la expresidenta seguía sin responder a la consulta de este diario.
Lo único claro en el kirchnerismo es que el bloque está dividido por el aborto y que votará con libertad de conciencia, tal como anticipó el jefe de la bancada, Marcelo Fuentes (Neuquén), quien manifestó su apoyo a la despenalización del aborto.
Entre los que prefirieron no adelantar su voto, una gran mayoría prefirió ampararse en el hecho de que no podía adelantar opinión sobre un proyecto cuyo contenido desconoce, con relación a que no se sabe cuál será el texto que votará, si es que logra hacerlo, la Cámara de Diputados.
Uno de los pocos que se salieron de ese molde fue el peronista Omar Perotti (Santa Fe), quien se excusó de responder ante la consulta de este diario argumentando que, antes, quería saber si el Presidente iba a respetar la voluntad del Congreso y no vetaría una eventual ley que legalice el aborto.
Por: Gustavo Ybarra
Fuente: La Nación