El 21 de septiembre en Maipú al 1400 y al aire libre se realizó un “Festival A Mover”. Según relató en su momento a LA GACETA Manuel Esper del Centro Cultural Pata Pila las detenciones de las personas que se estaban yendo del festival ocurrieron a unas cuadras del lugar donde se realizó el festival. “Hubo unas chicas a las que se estaba llevando infantería, entonces intervinieron unos chicos a los que la Policía les comenzó a pegar y a llevárselos”, indicó.
Según pudo conocer LA GACETA la Fiscalía de Derechos Humanos recibió hasta el momento ocho denuncias y ordenó distintas pericias: pidió informes médicos e inspecciones oculares en la zona donde se produjeron los hechos denunciados.
El fiscal de Derechos Humanos, Gustavo Vilar Rey sigue trabajando en el caso cuya investigación comenzó de oficio. Posteriormente, se radicaron las ocho denuncias, una de las cuales fue desestimada por tratarse de una testigo y no víctima. Las denuncias pertenecen de cuatro varones y tres mujeres. Una de ellas denunció discriminación por su condición de lesbiana y todos declararon el mismo día que radicaron denuncias. El fiscal ordenó la revisión médica de los denunciantes que confirmó la presencia de algunas lesiones leves tales como labios partidos y un pie lastimado.
Según pudo conocer LA GACETA, la Policía de la Provincia aun no envió a la Fiscalía los informes oficiales sobre el operativo desplegado esa noche y hasta el momento no hay imputados porque las víctimas no pudieron identificar a los supuestos autores de la agresión.
Jorge Ovejero, secretario de Seguridad de la Provincia relató cómo se realizaron las detenciones: “La intervención de la Policía se origina por un llamado al 9-1-1 y la llegada de dos menores alcoholizadas al Hospital del Milagro, una de ellas con coma alcohólico. Cuando la Policía habla con una de ellas le indican que venían de esa fiesta en calle Maipú al 1400. La fiesta con menores y consumo de alcohol es una situación irregular y contravencional. Por eso el jefe de ese sector se dirigió a la fiesta, hablaron con los organizadores y les pidieron que finalizaran la misma. Eso lo hicieron”, relató en diálogo con LA GACETA y agregó: “Infantería hizo un cordón a la salida de la fiesta mientras la gente iba saliendo. Se pudieron recolectar una gran cantidad de envases de bebidas alcohólicas y había muchos menores de edad”, indicó.
“A dos cuadras del lugar, observan a un grupo de jóvenes tomando alcohol en la vía pública, hecho que es otra contravensión (Articulo 103). Como se resistieron fueron demorados y se puso en conocimiento a la Fiscalía de Contravesiones y fueron trasladados allí”, dijo el secretario.
Según el ministerio de Seguridad, la Policía siguió el protocolo vigente y, con motivo de las denuncias públicas que hicieron los jóvenes sobre haber recibido apremios o vejaciones iniciaron una investigación sumaria que incluye tomar declaración a todos los que participaron de ese operativo y citar a los chicos que fueron demorados para ver si es posible que presten declaración. “Tenemos los datos de los chicos y estamos poniéndonos en contacto con ellos para que manifiesten qué tipo de maltrato sufrieron. No hay nada que esconder, aun cuando se esté demorando a un contraventor la Policía no está habilitada para agredirlo ni moral, ni físicamente. Solamente deben privarlo de su libertad y hacerle conocer sus derechos, de acuerdo a los protocolos que tenemos actualmente en Salta”, subrayó Ovejero.