En una de las hipótesis que manejan desde el Área de Delitos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, a cargo del fiscal federal Ricardo Toranzos, hay un dato que no es menor a la hora de reconstruir los movimientos que Aldo López Matienzo, de 51 años, y Miguel Angel Blásquez Vallejos, de 43, pilotos profesionales de Bolivia, realizaron en su intento de llegar a Cozumel, en México, tras partir de Salta el martes pasado. Se trata del tiempo que los investigadores estiman se habrían tomado los narcos para hacer la escala y cargar los 32 bolsones de cocaína que fueron interceptados el martes pasado en México.
"Les estaría sobrando una hora y algo más, tiempo que no está justificado", apuntó el fiscal salteño en diálogo con El Tribuno respecto al tiempo que el jet privado realizó desde que salió de Salta, el martes a las 5.45 y fue interceptado en aguas mexicanas en el aeródromo de Mahahual, en el estado de Quintana Roo, cerca de las dos de la tarde hora Argentina (12 del mediodía de México). El tiempo registrado es de unas ocho horas y un poco más, mientras que normalmente un avión del tipo GLF3 hace ese tipo de recorrido en menos de siete horas.
En ese sentido el investigador federal elabora la siguiente hipótesis: se trata del tiempo que los narcos habrían utilizado para hacer una escala en Bolivia o Perú y cargar la droga. "Estamos tratando de reconstruir todo el movimiento y hay cosas que vamos determinando. Un avión que viene del exterior no puede bajar a un aeropuerto si no es en una situación de emergencia, antes hay todo un protocolo: anunciar el vuelo, contratar un despachante de aduana, establecer un plan de autorización de aterrizaje con el horario estimado que llegará, motivos del viaje y otros asuntos", sostuvo Toranzos.
Algunos de los interrogantes que surgen a la hora de desandar el tema del "narcojet" es cómo hicieron para aprobar un plan de vuelo tan sospechoso. Desde una semana antes los pilotos habían sido contratados por los dueños del GLF3 perteneciente a una empresa internacional con sede en Dubai y otras partes del mundo. Mientras que una empresa radicada en Argentina fue la encargada de realizar la logística (gestiones administrativas para vuelos privados) para que el jet con matrícula N18ZL tipo Gulfstream (GLF3) pudiera aterrizar en el aeropuerto internacional Martín Miguel de Gemes, donde la noche del lunes 27 cargó más de 13 mil litros de combustible.
Los "narcopilotos"
En la edición de ayer del diario digital El Deber de Bolivia informaron que los dos pilotos bolivianos que fueron capturados en tierras mexicanas con 32 bolsones de droga y más de 800 kilogramos de cocaína "salieron de Bolivia a Panamá" antes de trasladarse a México.
El martes 28, cerca de las 12 del mediodía mexicano (dos de la tarde de Argentina) los pilotos bolivianos a bordo del GLF3 fueron obligados por la Fuerza Aérea de México a descender en un aeropuerto de Quintana Roo, y de esa forma no pudieron llegar a su destino final, que era la isla de Cozumel. Desde Bolivia, además de intercambiar información con Argentina, Panamá y México, también lo hace con Perú. Una de las hipótesis es que el jet privado hizo escala en Bolivia o Perú para cargar los 32 bolsones de droga.