El pasado 11 de octubre la Policía encontró los cuerpos de Romina Isabel Zerda (37) y Jonatan Pablo Tolaba (32) sobre la ruta provincial 95, en un camino de tierra paralelo a la Circunvalación Oeste. Lo que en un primer momento parecía un siniestro vial horas más tarde tuvo un brusco giro y se caratuló como un doble homicidio. Los estudios que se realizaron después determinaron que ambos murieron tras recibir disparos en la cabeza. Oficialmente ayer se informó que, a través de distintos elementos, los investigadores pudieron determinar que las víctimas habrían estado vinculadas con personas involucradas con la comercialización de drogas sintéticas o de diseño y al profundizar la investigación, establecieron la identidad de los sospechosos del doble homicidio.
En este contexto se hicieron diferentes allanamientos en partes de la provincia para dar con los sospechosos, que eran 3. Dos de ellos fueron encontrados y detenidos, mientas que un tercero se quitó la vida y la policía encontró el cuerpo en un camping de General Güemes. Uno de los lugares que se vio convulsionado durante la tarde de ayer fue el Mercado San Miguel, que fue allanado en el marco de esta investigación, debido a que uno de los sospechosos era empleado del lugar.
“18.40 se apersonó personal policial junto con gente del CIF, procedieron a realizar el allanamiento de las oficinas administrativas por supuesto con toda nuestra colaboración. Nosotros no teníamos idea de nada, así que nos pusimos a disposición y abrimos toda las puertas y cajones de las oficinas”, comentó en Radio Pacífico Adrián Alonso Vaquer, secretario Legal del Mercado San Miguel.
En el lugar la policía buscó efectos personales del sospechoso que trabaja en el lugar haciendo las gestiones de cobranzas de los puestos del Mercado. “No se encontró absolutamente nada de lo que estaban buscando. No tenemos ningún conocimiento más allá de lo que trascendió en los medios, nosotros no hablamos con él ni tratamos de comunicarnos para no entorpecer nada de la investigación”, aseguró Alonso.