Una mezcla de expectativa y desconfianza había generado la presencia de la mujer que en los últimos días había dicho en medios de comunicación que sabía que María Cash había sido víctima de una red de trata, que había estado en Campo Quijano secuestrada pero que ya no estaría viva.

Un fuerte hermetismo marcó la jornada del lunes en los pasillos de los tribunales federales, donde la mujer -cuyo nombre se reserva por su seguridad- debía presentarse a declarar ante el Juzgado Federal n° 2.

LA GACETA pudo averiguar de manera extraoficial que la declaración, que se extendió durante algunas horas, estuvo lejos de todo lo que había dicho antes mediáticamente y que el relato fue en buena parte incoherente.

Lo que más molestó a uno de los involucrados en la investigación de la joven porteña desaparecida en Salta en 2011 es que la mujer no ratificó muchos de los datos que mencionó a los medios, aunque las fuentes consultadas se negaron a dar mayores precisiones.

Según las personas consultadas, la declaración de ayer estuvo plagada de “divagues” y hasta la consideraron una “pérdida de tiempo”.

Igual se ordenarán medidas

Pese a que la sensación en la Justicia es que la declaración no tiene mucho asidero, será tomada con cautela y con las obligaciones del caso, como la que impone el principio jurídico de “evacuación de citas”, que obliga al juez a ordenar medidas tendientes a comprobar los dichos de la testigo.

De ese modo no se descarta que se practiquen allanamientos en el domicilio denunciado por la mujer en el que habría habido mujeres cautivas por una red de trata manejada por agentes del Servicio penitenciario Federal.

La mujer tuvo que ser atendida en el Hospital San Bernardo la semana pasada luego de ser salvajemente golpeada, razón por la que explicó que la causa del ataque en su contra tenía que ver con lo que ella venía denunciando, ya que uno de los responsables sería su ex pareja. Allí fue que afirmó, mediáticamente, que mientras estuvo con él, vio a mujeres retenidas en una casa en Campo Quijano y que allí habría estado María Cash.

Sin embargo, en sede judicial, su relato no habría sido el mismo y sus denuncias serían bastante menos graves, pero igual se investigarán como ya se hizo en otras oportunidades durante estos siete años, sin resultados positivos.

La Justicia también tramita la incorporación de la mujer al programa de protección de testigos por el ataque sufrido, teniendo en cuenta que su testimonio, aunque no sirva para la causa de María Cash, sí podría aportar datos útiles para una causa aparate sobre trata si es que la continuidad de la investigación comprueba algunos de sus dichos.

Fuente: La Gaceta