Del procedimiento surgió que la venta de estupefacientes se realizaba dentro del penal, mediante un agente carcelario que colaboraba con el ingreso de los distintos elementos, mientras que dos presos manejaban desde adentro la organización.
La causa, denominada “Pasaporte a la Cancha”, inició luego de que se produjera el 15 de mayo pasado, el hallazgo de 161 envoltorios de polietileno con sustancia blanquecina pulvurenta en el interior de una celda de la Unidad Carcelaria N° 1.
De las tareas investigativas, que hasta ahora demandaron seis meses, pudo conocerse que las actividades eran realizadas por “clanes familiares”, con la participación activa de cada uno de sus integrantes, que eran comandados por un interno desde el interior del Servicio Penitenciario Provincial Nº 1, que los reos llaman “La Cancha”.
La banda desbaratada contó con la participación y connivencia de un funcionario de la administración pública perteneciente a esa fuerza, con jerarquía de Sargento Primero.
Las actuaciones llevadas a cabo por el grupo de investigaciones de UFINAR, se realizaron de forma conjunta con el fiscal federal de Salta, Eduardo Villalba y contaron con la cooperación del personal del Servicio Penitenciario.