El hecho ocurrió en un Centro de Integración Comunitaria de la zona Norte de la ciudad, donde el médico prestaba servicios. Allí una mujer lo denunció al percibir que éste le realizaba tocamientos que excedían la práctica profesional y que vulneraban su integridad sexual. La denuncia fue radicada tanto en la Policía de la Provincia como en el Ministerio de Salud de la Provincia.
En la cartera de Salud se inició un sumario, que se añadió a otros de similares características que había en su contra y que derivaron en la sanción de la cesantía del profesional.
El juez Diego Rodríguez Pipino lo condenó a la pena de 10 meses y 15 días de prisión de cumplimiento efectivo y le impuso una inhabilitación especial para el ejercicio de la Medicina por 2 años. En el mismo fallo, ordenó que se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
Fuente: El Tribuno