Un hombre de 29 años fue condenado a cumplir 10 años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma en perjuicio de su tía.

El hecho juzgado ocurrió en 2017 en barrio El Huaico, cuando un sobrino del esposo de la víctima, en el marco de una reunión, en la que estaba borracho, usó un arma para avasallar su integridad y obligarla a tener trato sexual.

La mujer relató que el imputado es sobrino de su esposo y que ese día ambos se amanecieron ingiriendo bebidas alcohólicas. Luego su marido se fue a dormir y el imputado se quedó escuchando música a todo volumen.

Cuando ella se levantó y se vistió para salir a hacer unas compras, de repente, sin motivo alguno, el joven se puso agresivo y amenazándola con un cuchillo la golpeó y la sometió sexualmente. La mujer refirió que por momentos el acusado desvariaba y le decía que lo perdone pero luego volvía a agredirla y a amenazarla. La damnificada manifestó que en todo momento intentó liberarse y gritaba pidiendo ayuda, pero su esposo dormía y la música fuerte impedía que la escucharan desde afuera.

La víctima refirió que la agresión duró como una hora, hasta que su marido finalmente despertó. Al verla toda golpeada, se enfrentó con el imputado y ella logró huir.

La jueza Victoria Montoya Quiroga lo condenó a la pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo y revocó la condicionalidad de una pena anterior y unificó ambas condenas en la pena única de diez años y ocho meses de prisión efectiva.

En el mismo fallo, ordenó que se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.