Hay muchos en contra de esta decisión. En Salta, la Justicia Federal decidió otorgar prisión domiciliaria a 20 reclusos (hombres y mujeres) en medio de la pandemia por coronavirus. Lo más curioso es que regresaron a sus domicilios sin tobilleras electrónicas, ya que no hay disponibles.
Los detenidos se encontraban en cárceles federales. Y, según explicaron los jueces que decidieron soltarles, son algunos mayores de 60 años y con enfermedades preexistentes como asma, hipertensión, diabetes y problemas cardíacos, que corren mayores riesgos ante un posible contagio de COVID-19.
Serán controlados por el Patronato de Presos y Liberados de Salta.
Con la intervención de los defensores de cada detenido, se inició formalmente el trámite en los Tribunales Orales Federales 1 y 2 de Salta, y en los respectivos Juzgados de Ejecución de la Pena.