Restos de pelos quedaron en sus manos como signos de una desesperada defensa. Como pudo, trató de pelear por su vida en medio de un despiadado y salvaje ataque. A Jimena Beatriz Salas la asesinaron con más de 40 puñaladas. El horrendo crimen fue perpetrado el viernes en el barrio San Nicolás de Vaqueros, donde un asesino que todavía no fue identificado le quitó la vida de una forma atroz y cruel.
El marido de la víctima, Nicolás Cajal, volverá a declarar hoy ante la Fiscalía de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 2, a cargo de Pablo Paz. El primer informe policial daba cuenta que a Jimena Salas la mataron con dos puñaladas: una en el abdomen y otra abajo de la mama izquierda. Ese diagnóstico inicial fue consignado por el médico legal que llegó al lugar del crimen, según información policial.
Sin embargo, y después de 48 horas del macabro suceso, fuentes confiables ligadas a la investigación de la causa le confirmaron a El Tribuno que a la mujer la mataron con más de 40 puñaladas. Un nivel de violencia tal que ponen al crimen de Vaqueros entre los más aberrantes de la historia de Salta.
Según la investigación, el homicidio pudo haberse cometido en horas del mediodía. El último contacto que mantuvo la víctima fue con su esposo, Nicolás Cajal, cerca de las 13.15 a través de un mensaje de texto. Minutos después del brutal asesinato el fiscal penal Rodrigo Miralpeix, quien actuó en ese momento junto al doctor Pablo Paz, confirmó el homicidio resaltando el nivel de violencia dejado en la escena del crimen.
La escena
"Se trata de una escena de homicidio, muy emotiva y complicada", señalaba el letrado, haciendo alusión al monstruoso suceso cometido en la vivienda ubicada en la calle Las Virginias 164. El instinto de supervivencia de la mujer en medio del ataque hizo que terminara "con múltiples heridas", expresó el fiscal.
En tanto Nicolás Cajal (43), esposo de Beatriz Salas (44), volverá a declarar en la causa. Luego del violento asesinato, el hombre había declarado el viernes por un tiempo aproximado de cinco horas frente al fiscal. Los investigadores lo volvieron a citar hoy para seguir aportando detalles sobre lo sucedido en Vaqueros. Deberá presentarse en la Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 2, a cargo de Pablo Paz.
Según fuentes de la investigación, el esposo de Salas llegó de trabajar y se encontró con la sangrienta escena. Eran cerca de las 13.45 cuando Nicolás Cajal alertó a la Policía sobre lo ocurrido en el interior de la vivienda. En medio de un contexto estremecedor, su mujer se encontraba en el comedor, boca abajo. Mientras, sus dos hijas, mellizas y menores de tres años, estaban en el baño de la casa.
Al parecer, ninguna de las dos habría observado el ataque contra su madre. Frente al hecho, el fiscal Miralpeix ordenó la presencia del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) en el lugar, llegó también el personal de la División Homicidios y Criminalística, civiles de la Brigada de Investigaciones comenzaron a tomar declaraciones a los vecinos y efectivos de la Policía de Salta aseguraron el lugar.
Las pistas colectadas en la escena del homicidio, con huellas y pruebas biológicas, la autopsia del cuerpo y análisis de otros elementos deberían develar en el transcurso de estos días el autor del brutal crimen. La ferocidad del homicidio conmovió a propios y extraños. La crueldad con la que mataron en Vaqueros a Beatriz Salas no tiene antecedentes ni comparación con ningún otro caso en la historia policial de Salta.
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