Una mujer salteña habría atravesado un terrible caso de violencia obstétrica y mala praxis que habría terminado con la vida de su bebé. La mujer ingresó al hospital a punto de parir y salió de allí sin su pequeño.
"El 30 de octubre del 2019 me interno en el Hospital Materno Infantil con 41 semanas para la llegada mi hijo Francisco. Me dijeron que no podía tener parto normal y aún así, ellos decidieron inducirme el parto con 4 pastillas cada 6 horas, si no inducía en ese tiempo, mi parto pasaba a cesárea", comenzó relatando la mujer.
"A las 5 am. mi hijo seguía vivo, y me pasaron a otra sala donde hacen subir a mi pareja porque yo gritaba del dolor y me tocaba control a las 6 am. Cuando me hacen el control, una enfermera se va y viene con otra y así sucesivamente ingresaron varias en la habitación donde estaba por que no escuchan el corazón de mi bebé", agrega.
"Me recostaron rápido a la cama y me taparon la cara, y terminaron su trabajo. Yo no sabia que pasaba después se acercaron a decirme que mi hijo estaba muerto. Pero esto no termino acá el día 30 de diciembre ingreso al hospital con 39 de fiebre la cual demoraron 3 horas para atenderme y con dolor; resulta que me había quedado restos en la placenta", concluyó Lorena en su relato.