Jerónimo Albornoz se hizo conocido por ser el joven que encontró el cuerpo de Fiorella Furlán, la chica de 22 años que murió ahogada en Paraná y estuvo desaparecida dos días. Albornoz subió fotos y videos a sus redes sociales donde se vanagloriaba.
Cuando su nombre empezó a circular por las redes, mujeres que lo conocían recordaron denuncias en su contra por violencia de género y abuso sexual. "¡La encontramos! Necesito que la familia se comunique conmigo", escribió el hombre en su cuenta de Instagram. En las fotos y los videos previos, mostraba cómo, a bordo de un kayak, recorría el río Paraná buscando a Fiorella. Había dicho que estaba en su casa cuando decidió salir con el kayak, pero en sus redes se vio que participaba junto con otros chicos de la búsqueda.
"El haber encontrado el cuerpo y llevarle paz a su familia es un logro de toda la comunidad, que se movilizó desde el sábado para buscarla", dijo en declaraciones televisivas. Pero otra joven había denunciado a Albornoz hace un año: el 12 de diciembre de 2018 escribió cuatro páginas relatando la situación de abuso sexual de la que había sido víctima cuando tenía 17 años. "En el verano de 2015 un chico me invitó a participar de la ONG Voluntarios por la vida. Accedí sin pensarlo, dado que siempre me gustó ayudar. Este chico siempre fue muy encantador para que formara parte. Y lo hice", contó. Después de que su nombre comenzó a circular en algunos medios como "un héroe", reflotaron las denuncias.
Todo esto me conmueve para que al fin pueda hablar. Las redes sociales son muy poderosas y ese es el único fin. Que se sepa, que sepan de machos como éste. Que no le pase a ninguna más pic.twitter.com/ymwZyuMg9l
— micaela (@michujohnson) December 12, 2018
Jerónimo albornoz habla de EMPATÍA
— Priscila (@priscilalenzi) December 16, 2019
Esa que nunca tuvo cuando acosó y abusó a no se cuantas mujeres en Paraná
Por favor no titulen de héroes a personas desagradables.
"Habla de empatía. Esa que nunca tuvo cuando acosó y abusó de no sé cuántas mujeres en Paraná. Por favor no titulen de héroes a personas desagradables", escribió una joven llamada Priscila en su cuenta de Twitter. Luego dijo que "un día lo crucé en la barra de una fiesta. Eran las 6 de la mañana y se ofreció a llevarme a mi casa. Yo estaba sola y vivía lejos, accedí, se trataba de la persona con la que compartía obras de caridad. Cerca del centro me di cuenta de que no estaba yendo a mi casa y me dijo que tenía que pasar por la suya a buscar algo. Le dije muchas veces que me quería ir a dormir pero no le importó ni un poco mi no. Estacionó y me obligó a bajar del auto".
"Me decía que no sea pendeja, que no sea una nena, que quería subir un rato y después me llevaba. Tanto fue mi no, que recurrió a agarrarme del brazo y yo tan indefensa ante un pibe de 25 años accedí. Por miedo, por mujer", continuó y siguió: "Estando en su departamento me besó, me tocó, hasta que me agarró de los brazos y me tiró en su cama. Mis no no fueron suficientes. Me penetró. Me corrió la pollera, la ropa interior y lo hizo, sin importarle mi no. Con toda mi angustia y culpa encima, giré mi cabeza hasta que me bajé y rompí en llanto. Me metí abajo de la ducha y me bañé por horas", dijo la víctima.
La joven contó que, luego de haber difundido su caso en las redes, tanto ella como su familia recibieron presiones. "Fue terrible cómo quisieron manipular toda la situación hasta diciendo que queríamos plata. Llegaron a hablar con los jefes de mis padres para intentar que se queden sin trabajo como represalia".