Otro complejo crimen se perpetró en Salta y una nueva investigación se puso en curso. Un hombre de 40 años, identificado por fuentes investigativas como Darío Monges, fue hallado sin vida en el interior de un vehículo el sábado por la mañana. Desde el Ministerio Público Fiscal (MPF), a través del fiscal penal que actúa de forma interina en la causa, Rodrigo Gonzalo Miralpeix, confirmó que el hombre recibió cinco tiros en la cabeza.

El despiadado crimen de Monges supone un abanico de hipótesis en torno a la investigación. Cinco disparos en la cabeza exponen una ejecución a sangre fría, de un ensañamiento a la hora de dar muerte a una persona, saña que podría ser premeditada en pos de dejar un mensaje. En ese sentido, y dentro de ese abanico de posibilidades, la muerte del hombre de 40 años estaría relacionada con el narcotráfico.

Fuentes vinculadas a la investigación no descartan este último supuesto, por el contrario, es una de las líneas más firmes a seguir desde un primer momento. En ese contexto las fuentes consultadas por El Tribuno señalaron que Darío Monges (40) podría haber tenido vínculos con organizaciones narcocriminales del norte provincial, más precisamente en Orán.

El sábado por la tarde efectivos del orden nacional llevaron a cabo distintos allanamientos y procedimientos con la detención de personas vinculadas al narcotráfico, al parecer dichos operativos están asociados con el cruento crimen de Monges en la capital salteña.

El hallazgo del cuerpo de Darío Monges fue advertido el sábado cerca del mediodía por vecinos del barrio El Círculo, manzana C, a un costado de la empresa Metalnor, más precisamente por un hombre de 68 años, quien alertó al sistema de emergencias 911. Una comisión de policías con base operativa en ese barrio se trasladó hasta el lugar donde certificó la presencia de un cadáver en el interior de una camioneta EcoSport color blanco, dominio OWE 431.

El cuerpo de Monges yacía en la butaca del conductor, con cinco tiros en la cabeza. En la parte superior derecha del parabrisas delantero los sabuesos marcaron un orificio que sería de salida producto de los balazos que perpetraron para ejecutar a Darío Monges.

Lo que hasta el momento es materia de investigación y análisis es si Darío Monges fue ejecutado en el interior del rodado o fuera de él, en tal sentido tampoco fue confirmado si se trata de un cuerpo plantado, como llaman en la jerga los sabuesos. Lo cierto es que su familia y amigos tuvieron que velar los restos de Monges a cajón cerrado, dado que tenía el rostro desfigurado por los cinco balazos efectuados en su cabeza.