A partir de hoy hasta los primeros días de mayo, se desarrollarán las audiencias por el juicio contra Franco Rodrigo Gaspar Cinco, acusado de matar con veneno a Alejandra Párraga y a su hijo Amir en junio de 2017.
El caso estará en manos de la Sala II del Tribunal de Juicio, luego de que el fiscal Ramiro Ramos Ossorio requiriera en agosto del año pasado la elevación a juicio de uno de los casos más estremecedores de la historia policial de Salta.
El dolor de una familia
La puerta de entrada a la casa de calle Gorriti al 800 de Villa Chartas se abrió lentamente. Surgieron caras tristes y las miradas eran dispersas; continuamente se dirigían al piso. A cada paso aparecían portarretratos, fotos impresas en computadora y cuadros enormes que muestran felices a Alejandra Párraga y su pequeño hijo, Amir. En todas están abrazados, como disfrutando hacerse compañía.
El espacio era reducido en el living de la casa. Estaban Alejandro y Mercedes, papás y abuelos de la joven y su hijo, y tres hijas más del matrimonio. También dos periodistas que sumaban ocho personas en la sala, pero el diálogo era entrecortado, se notaba la incomodidad de la familia que deseaba no tener que estar allí.
Alejandro y Mercedes contaron que la vida les cambió en tan solo 30 minutos, el 5 de junio de 2017, cuando Franco Rodrigo Gaspar Cinco fue a visitar a su novia. Amir estaba enfermo y llegó a la casa con una botella. Les dijo que era agua bendita que el niño debía tomar para sanarse. Pero Amir no quería hacerlo, desconfiaba. Entonces Alejandra tomó el líquido para convencer a su hijo que todo estaba bien y después lo hizo el niño. Lo que nunca supieron es que tomaban cianuro, un veneno letal que obstruye los glóbulos rojos que transportan el oxígeno por la sangre a todas las células.
El niño comenzó a desvanecerse; entre llantos y gritos de desesperación se descompuso. Lo llevaron en ambulancia al hospital, pero llegó muerto. Casi simultáneamente Alejandra sintió los mismos síntomas y falleció camino al hospital. “Él estaba quieto, no decía nada, parecía ajeno a la situación”, dijo el papá y abuelo de las víctimas de Gaspar Cinco que fue detenido durante el velorio de sus víctimas, en medio del dolor y los llantos de la familia.
Un caso inédito en la historia policial de Salta y de los cuáles hay pocos en el país llega a juicio. En medio del llanto y el dolor, la familia Párraga pide justicia por la memoria de dos inocentes: Alejandra y Amir.
Un plan macabro: un ataque previo al doble envenenamiento
Los crímenes de Alejandra y Amir Párraga se convirtieron en un caso inédito para Salta y de los cuáles no hay muchos antecedentes en el país. Según consta en la investigación, el desenlace fatal del 5 de junio de 2017 fue la trama de un plan macabro, que buscó sicarios y concluyó con dos personas envenenadas con cianuro.
Los Párraga contaron que conocieron a Franco Gaspar Cinco 21 día antes del doble crimen; pero sabían que el acusado había iniciado una relación amorosa con la joven desde hacía dos o tres meses. Dijeron que siempre les llamó la atención su comportamiento, su trato; por momentos era introvertido y descortés. De a poco el imputado fue ganando espacio y adentrándose en la casa. El 21 de mayo la familia lo conoció cuando Alejandra festejó su cumpleaños 26.
Solo cuatro días después, Gaspar Cinco planeó compartir con su novia el fin de semana del 25 de mayo: la invitó a pasar el día en el dique Cabra Corral, al aire libre. La joven aceptó pero le dijo que no iría sin Amir.
Según consta en la investigación, el acusado ya planeaba deshacerse del niño. En un momento le dijo a su novia que se quedara en el auto y que él llevaría a pasear a su hijo. A los pocos minutos Alejandra habría tenido un mal presentimiento y fue a buscarlos. Cuando encontró a Gaspar Cinco lo vio tomándose de la cabeza, como arrepentido mientras Amir colgaba de una piedra que lo sujetaba para no caer a un precipicio. Un hombre ayudó al niño; le salvó la vida. Entonces Gaspar Cinco le dijo que todo había sido por un “descuido” y por esto Amir se cayó. Pero en los chats encontrados en su celular el fiscal encontró pruebas que dicen lo contrario. “Me salió mal”, dijo el comunicador social que en realidad había intentado asesinar al niño tirándolo al vacío.
Por estos dos hechos, Franco Rodrigo Gaspar Cinco está imputado por homicidio simple en grado de tentativa y homicidio calificado por el medio empleado (veneno) en perjuicio de Amir, y homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el medio utilizado en perjuicio de Alejandra Ximena Párraga.
Los chats que comprometen a Gaspar Cinco: la búsqueda de sicarios y el doble crimen con cianuro
Durante la investigación la trama del asesinato fue revelada a través de los chats del acusado.
- “Tengo una pareja de amigos que la chica tiene un hijo de otra relación y a la mamá de mi amigo no le gusta el hijo y se quieren deshacer de él”.
- “Ni por diez mil pesos”
- “Si conoces a alguien avísame”.
A través de mensajes de WhatsApp, el supuesto criminal de la joven mamá intentaba conseguir a alguien que lo ayudara a deshacerse del pequeño de dos años pero en los primeros intentos recibió la negativa de viejos amigos de la escuela.
Luego de relatar que el principal imputado también intentó quitarle la vida a Amir en un paseo al dique Cabra Corral, el fiscal aseguró que estos mensajes fueron enviados desde su teléfono.
Los trámites y los costos que le significaban a Gaspar Cinco adquirir un arma lo hicieron desistir y entonces lo hizo con cianuro.
“Nada nuevo, buscaré veneno nomás”, dice uno de los mensajes que le envió a un confidente al que le contó cómo habría buscado deshacerse de Amir mientras Alejandra desconocía todo lo que sucedía.
Alejandra en otro mensaje le dijo a Gaspar que “quería exorcizarlo” en referencia a Amir y a partir de allí su pareja comenzó la trama del homicidio:
- “Dale de beber agua bendita”
Ante la pregunta de Alejandra de cómo la podía conseguir, Gaspar le dijo:
- “Yo te consigo y llevo mañana, lo engañemos diciéndole que es agua y listo”.
Fuente: La Gaceta