Verónica Guantay, mamá de Daniela Paola, la joven que fue abusada, torturada y asesinada en marzo de 2017, declaró hoy en el juicio seguido contra 6 acusadas de participar del brutal femicidio.
En su relató, recordó que no pudo ver el cuerpo a su hija sino hasta un mes después que se lo entregaron, pero aseguró que reconoció la ropa que llevaba puesta porque ella se encargaba de lavarla.
La mujer contó que Marisol, una de las imputadas, le dijo que el “Gordo Julio” y la “Gaturra” acababan de tirar el cuerpo de Daniela en el río, pero no le creyó. Eran las 4 de la mañana, y nadie vio la conversación porque todos estaban durmiendo. Aclaró que la acusada no estaba drogada en ese momento.
“Cuando encontraron el cuerpo la escuché a Marisol que gritaba “Vero te lo dije”, y seguía diciendo Daniela, perdoname. Después me dijeron que el “Chuly” dio la orden para que le corten las manos y Marisol me dijo que fue el “Gordo Julio” quien se las cortó”, dijo.
Además, indicó que mientras la buscaba, averiguó que vecinos vieron cuando entraban a Daniela a una casa. “Dicen que la escuchaban gritar, y que pedía por favor que la dejen salir. Mi hija consumía drogas, pero eso no les da derecho a matarla. Se juntaba a consumir con Marisol, con otra gente, o a veces sola”.
La madre describió a Daniela como una buena mamá de sus hijos, pese a los problemas que tenía con su ex pareja, manifestó que siempre se ocupaba de ellos.
La mujer contó que cuando la encontraron en el río reconoció la ropa de su hija, pero no vio el cuerpo. El último día que la vio se quedó con ella hasta las 5 de la tarde, pero no vio cómo estaba vestida cuando salió a la noche. Agregó que fue su papá el que le dijo que vestía un jean azul y una remera gris.
Dijo que uno de los días en que ella estaba buscando a su hija, Marisol se acercó con la “Gaturra”, y que ella le contó que estaba con el “Gordo Julio” en la casa del “Viejo” Álvarez, y le describió la ropa que llevaba puesta, que era la misma que le había dicho su padre.
Una mujer amiga de Daniela la llamó desde la cárcel para decirle que vaya a la casa del “Viejo” Álvarez, porque su hija estaba ahí, “que vaya y se meta nomás”. Además, el domingo 5, Marisol fue a su casa y le contó que Daniela estaba con la “Gaturra” y el “Gordo Julio” en la casa del “Viejo” Álvarez.
El juicio se lleva adelante en el marco de la causa que se sigue contra Julio César Monasterio, Norberto Silvestre, Carlos Alfredo Agüero y Juan Reynaldo Álvarez, por homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género por ser perpetrado con ensañamiento y por concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad.
Marisel Griselda Urzagaste, por su parte, está acusada del delito de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad.