Laura Sirera, dirigente peronista y candidata a concejal en Pilar por el Frente de Todos en las últimas elecciones, fue asesinada por Matías Bernal, su marido. El femicida intentó suicidarse cortándose el cuello y está internado en el Hospital Sanguinetti en grave estado. El matrimonio tenía dos hijos de seis y ochos años.
Según los medios locales, Bernal le disparó a Sirera en la nuca, en la casa del barrio La Terraza, a la altura del kilómetro 52 de la Ruta 8. Los chicos no estaban en la vivienda en el momento del crimen.
Cerca de las 19, Sirera fue encontrada muerta por un familiar que se acercó a la casa debido a que no se podían comunicar con ninguno de los dos. En la puerta notó que estaba el auto de la abogada de 34 años. Dentro del vehículo estaba su cartera y la puerta estaba cerrada con llave.
La mujer asesinada se desempeñaba en el área de Defensa del Consumidor del municipio. Ocupó el noveno lugar en la lista del Frente de Todos en el distrito pero no llegó a entrar al recinto comunal.
Bernal también era militante peronista y se había desempeñado en el Consejo Escolar de Pilar. Según trascendió en la prensa de Pilar, la pareja se estaba separando aunque continuaban conviviendo.
Quién era Laura Sirera
Laura Sirera, era una abogada de 34 años que integró la lista del Frente de Todos en Pilar, y se desempeñaba en la Defensoría del Consumidor municipal y tenía dos hijos.
En su cuenta de Facebook se presentaba a los votantes con un breve texto. “Soy María Laura Sirera, tengo 34 años, nací y vívi siempre en Pilar. Estoy casada con Matías y tengo dos hijos”, escribió a modo de introducción.
Luego hacía referencia a su desempeño profesional: “Hace 11 años que me recibí como abogada, y 10 que estoy matriculada y ejerzo la profesión de forma independiente. Tengo mi estudio jurídico en el centro de Pilar, la materia a la que me dedico más habitualmente es el derecho de familia, si bien me manejo en todo lo que es Derecho Civil”.
También se detuvo en su recorrido por la política. Trabajó “por la inclusión social tanto en la administración pública como en la militancia”. “Pienso que involucrarse en la política es la única forma, de adquirir los recursos y herramientas que se necesitan para llevar adelante políticas públicas que tengan que ver con esta injusticia que tanto me duele”, manifestaba.
Y daba detalles sobre sus primeros pasos: “Estoy involucrada en la actividad social desde pequeña, mi madre es psicopedagoga y siempre trabajó en escuelas muy carenciadas. Solía llevarnos a su trabajo y compartíamos almuerzos y clases con los niños. Cuando crecí, junto a un grupo de amigas, visitábamos el Hogar de Niños El Milagro de Pilar y el Hogar de Ancianos, realizando actividades y donaciones que pudiéramos conseguir, a través de conocidos”.
“Desde que tengo uso de memoria me dolió la injusticia social y me sentía bien colaborando de algún modo con quien lo necesitaba”, manifestaba con determinación.
Precisa que su último trabajo en el área de Acción Social, que finalizó con la llegada del Gobierno de Nicolás Ducoté, fue como encargada de los Centros de Desarrollo Integral de Pilar.