La frontera con Bolivia quedó marcada a fuego por dos hechos de extrema violencia. Tres salteños fueron ejecutados a tiros.
Una fiesta que terminó a los tiros y un muerto
Carlos Alberto Cardozo tenía 25 años. Había nacido en Aguaray, a una localidad distante a 33 kilómetros de Tartagal. El paso hacia el vecino país en busca de una oportunidad laboral habría llevado al músico a cruzar la frontera. De hecho, Yacuiba es una de las ciudades bolivianas con mayor presencia de argentinos. El flujo es constante porque se llega en tan solo 15 minutos en auto, desde Salvador Mazza.
Habían pasado varios días y la familia de Cardozo no tenía noticias de él. Pero el fin de semana fue asesinado en una fiesta privada. El joven se habría visto involucrado en una pelea con otro grupo de jóvenes. El cadáver estaba enterrado a unos 70 centímetros de profundidad. Cerca de él la Policía de Bolivia encontró varios casquillos del arma que habrían usado para ejecutarlo.
La investigación es dirigida por la fuerza del vecino país con el pedido de justicia de la familia Cardozo que durante el fin de semana viajó a Yacuiba y reconoció el cuerpo de Carlos. Al momento, no hay detenidos.
¿Ajuste de cuentas y una mochila que está desaparecida?
En medio de la conmoción por el caso Cardozo, ayer una pareja habría sido emboscada y ultimada a tiros en Salvador Mazza.
Un llamado al Sistema de Emergencias 911 alertaba que en el paraje El Chorro, en Salvador Mazza, dos personas estaban sin vida y la moto en la que viajaban a un costado de los cadáveres. La Policía constató que la mujer ya se encontraba sin vida pero encontraron a Reynaldo Gareca agonizando y lo trasladaron de urgencia al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal donde anoche, pasadas las 23, falleció.
La investigación por el doble crimen está orientada a un posible ajuste de cuentas por una presunta “mejicaneada”, como se denomina en el ambiente criminal cuando alguien le roba la droga a otro.
La pareja viajaba en una moto Yamaha ZF 350 y habría tenido una mochila que habría sido el móvil del crimen, pertenencia que no fue encontrada en la escena. Fuentes policiales indicaron que el joven tenía consigo un arma de fuego de grueso calibre pero que no llegó a detonar. Ambos fueron baleados en la cabeza.
Al parecer, Gareca estaría involucrado en una banda de delincuentes y narcotraficantes. El doble crimen no sería más que un ajuste de cuentas en una zona marcada por la violencia.
Fuente: La Gaceta