Los operativos de "patrullaje y saturación" de las fuerzas federales de seguridad se iniciaron ayer en cuatro puntos de dos barrios conflictivos de la zona sur de la ciudad de Rosario, donde se registraron 17 homicidios en lo que va del año, informaron fuentes oficiales.
"Se iniciaron las operaciones de saturación y vigilancia", anunció ayer el secretario de Seguridad de Santa Fe, Germán Montenegro, y agregó que "la idea es evaluar la situación en los barrios e ir operando en función de esa evaluación".
La cartera de Seguridad informó que los operativos de control que realiza Gendarmería se apostaron en Tablada y Municipal, dos barrios linderos ubicados en el sur de la ciudad y con mayores índices de conflictividad.
En esa zona, se disputaron a tiros el control del territorio, hace dos años, las bandas de narcomenudeo identificadas con las familias Funes y Caminos, que produjeron una serie de homicidios por venganza en pocas semanas.
Los controles de Gendarmería se ubicaron ayer en Uriburu y Grandoli, Gutiérrez y avenida Belgrano, Regimiento 11 y Pedernera y Lamadrid y Grandoli.
Montenegro explicó que el objetivo del despliegue de fuerzas federales en tareas operativas "es racionalizar el empleo de la policía de Santa Fe en los distintos puntos, aprovechando los medios federales".
"La llegada de fuerzas federales y el empleo coordinado con las mismas permite disponer más racionalmente los medios provinciales para atacar otras problemáticas delictivas, que no son tan violentos como en los barrios, pero que preocupan a la gente", sostuvo el funcionario en declaraciones radiales.
El Ministerio de Seguridad provincial informó que mediante un acuerdo con Nación dispondrá de unos 2.900 efectivos de las distintas fuerzas federales para patrullar Rosario, luego de una ola de homicidios intencionales que trepó a 17 víctimas en los primeros 14 días del año.
Sin embargo, por ahora la presencia de gendarmes en las calles se reduce al personal que ya cumplía funciones en Rosario, donde existe un destacamento de esa fuerza de fronteras.
Convenio
El presidente Alberto Fernández recibió ayer en la Casa de Gobierno al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, en el marco de la firma de un convenio de cooperación entre el Ministerio de Seguridad, a cargo de Sabina Frederic, y el Gobierno de esa provincia para combatir el narcotráfico.
En conferencia de prensa, la ministra de Seguridad explicó que el compromiso pone en marcha formalmente la cooperación entre Nación y Provincia que ya había comenzado semana atrás sobre el combate al narcotráfico a partir de un trabajo de "comunicación cotidiana y diaria" sobre las "necesidades y el diagnóstico" que realizan las autoridades locales sobre lo que se requiera en cuanto al "apoyo de las fuerzas federales de seguridad en la región".
"El Presidente nos recibió y estuvimos conversando un rato largo sobre la situación en Santa Fe, en Rosario, en materia de seguridad. La orientación general de nuestra política de seguridad es una orientación federal. Estamos trabajando con todas las provincias. Las que tienen más urgencias son las que reciben la atención más urgente", sostuvo la ministra.
Al ser consultada por el número de nuevos efectivos que serán asignados a ese distrito, la funcionaria señaló: "Estamos muy mal acostumbrados a creer que más policías es mejor seguridad" y que "aquí lo que se trata es de optimizar las fuerzas federales tratando de trabajar en un nivel más analítico y coordinado con diferentes elementos de las fuerzas de seguridad y también de la Justicia y de la conducción política".
Por su parte, Perotti agradeció la convocatoria del Presidente, con quien comparte la misma visión sobre la "dimensión de la problemática" que "sin dudas, excede al territorio de Rosario o de la provincia" porque tiene "claramente una connotación nacional".
En ese sentido, el mandatario santafesino dijo que el "respaldo" de Alberto Fernández es "una muestra cabal del compromiso y de la seriedad con la que se toma el desarrollo de esta problemática que hace muchísimos años está instalada" en Santa Fe.
Extorsiones y el cobro de “protección”
La historia detrás del crimen en el casino del fin de semana.
Las extorsiones a un comerciante para que pague “protección” o le tiroteaban su local y a un hombre que vendía su camioneta, y la amenaza de “hay plata o hay balas” a miembros de un sindicato son el trasfondo del ataque armado al casino de Rosario que terminó en el homicidio de un inocente y por el que está detenido un integrante de la banda “Los Monos”. Así se desprende de la información judicial empleada por el fiscal Luis Schiappa Pietra para acusar a Maximiliano “Cachete” Díaz (31), ligado al jefe preso de dicha organización criminal, Ariel “Guille” Cantero, como presunto planificador de la balacera del último sábado contra el City Center rosarino donde asesinaron a al gerente bancario Enrique Ensino (63).
El fiscal que instruye esta causa dio con investigaciones en manos de otros colegas suyos que seguían las huellas de Díaz, a quien le habían interceptado las dos líneas de telefonía móvil que utilizaba. El 3 de agosto de 2019 un hombre identificado como R.G.F denunció que había realizado una publicación en un sitio web para vender su Toyota Hilux y dejó un teléfono de contacto.
Recibió un mensaje de Whatsapp de un supuesto interesado que lo citó en las afueras de Rosario, adonde R.G.F asistió pero no encontró a nadie.
Según la causa, cuando regresó a su casa fue “interceptado por un vehículo Ford K color negro con cuatro personas” que le dijeron: “Venimos de parte de Guille Cantero”.