Hasta hoy el crimen de Jimena Salas tenía un solo detenido y muchas dudas. El caso de la mamá asesinada en enero del 2017, en Vaqueros, dio un giro inesperado en este lunes luego de que el Ministerio Público Fiscal aportara datos hasta hoy desconocidos. Su marido habría ocultado información clave que ayudaría a resolver el misterio.
Según se desprende del informe publicado en el sitio fiscalespenalesalta.gob.ar, el viudo de Salas, Nicolás Cajal, dijo que no se llevaron nada de su domicilio tras el homicidio. Sin embargo, se confirmó que en un maletín habría tenido escondido dinero extranjero o drogas. El rastreo de perros especializados habría sido determinante en el hallazgo de la pista.
Lo más llamativo es que Cajal, tras la muerte de su pareja, habría llamado inmediatamente a dos gerentes: uno en Buenos Aires y otro en Neuquén. Algo que no resulta obligatorio bajo ningún protocolo de la empresa Garbarino en la que trabajaba.
A raíz de los nuevos hechos, Cajal hoy está imputado por el delito de encubrimiento agravado.