En las primeras horas de la mañana de ayer personal de la Brigada de Narcotráfico de la provincia de Jujuy apostados en el puesto limítrofe de Pampa Blanca requisaron con perros antinarcóticos un ómnibus de larga distancia procedente de Salvador Mazza, hallando en un compartimiento interno de los portaequipajes dos mochilas cargadas con ladrillos de marihuana.

El hallazgo en realidad lo realizaron los canes antinarcóticos de la Policía de Jujuy.

Una fuente confiable de esa provincia aseguró anoche que las mochilas con la droga se hallaban sobre los asientos 39/40, pero en los mismos no viajaba persona alguna.

Allí comenzó un cabildeo entre las decenas de pasajeros, ninguno de los cuales asumía la titularidad del cargamento.

La policía de Jujuy, con órdenes de la Justicia Federal, requisó uno a uno a los pasajeros en busca de evidencia, e identificó por el número de pasaje a cada uno de los viajantes.

Así, cerca del mediodía se supo que los asientos 39/40 correspondían a dos pasajeros que habían ascendido en la localidad de Tartagal.

Llamativamente las mochilas no tenían pegados los stickers de los boletos que les adjudica propiedad.

Por esta razón los choferes de la unidad fueron demorados, ya que tienen por ley y protocolo laboral identificar los equipajes y vincularlos con los stickers de los pasajes.

Cerca de las 14 otra unidad de la empresa transportista recogió a los pasajeros, que siguieron viaje hacia la provincia de Salta, quedando en la provincia de Jujuy un suboficial del Servicio Penitenciario de Salta, un civil y los dos choferes.

Los dos primeros en calidad de detenidos, en tanto los segundos solo como demorados hasta que pudieran establecer el porqué de los fallos en la seguridad de los equipajes transportados.

Personal de laboratorio de la Policía de Jujuy estableció que la droga que estas personas estaban introduciendo a Salta se trataba de 15 kilos de marihuana, acondicionados en dos mochilas de 8 panes y la otra de 7.

El viaje

Durante varias horas el personal de la Policía de Jujuy intentó reconstruir los pasos dados por los narcos, que pretendieron camuflar el envío abandonándolo sobre dos asientos vacíos.

Las declaraciones de los demás pasajeros y las informaciones aportadas por la empresa determinaron que los bolsos habían sido subidos a la unidad por los dos detenidos, uno de ellos integrante del Servicio Penitenciario Provincial, en tanto la otra persona se dijo que se trataría de un civil, aunque otra fuente lo vinculó con otra fuerza de seguridad.

Lo cierto es que después del mediodía estas dos personas una vez plenamente identificadas fueron detenidas y esposadas, y delante de las mismas se abrieron bajo la mirada de testigos hábiles las dos mochilas.

Poco después las pruebas de campo dieron positivo para Cannabis sativa (marihuana) y se determinó en 12 kilos el peso total del contrabando.

Nervios

Para la Policía de Jujuy los nervios jugaron en contra del gaurdiacárcel y su cómplice.

Se dijo que al ascender una patrulla policial con el único fin de determinar si no había personas indocumentadas o ilegales en la unidad que venía desde la frontera norte, cuando advirtieron que dos personas, entre ellas un uniformado, se habían retirado del fondo de la unidad para confundirse entre la gente que iba adelante.

Allí los policías encontraron las mochilas que nadie reconocía como propias.

Luego, la aparición de un porro confirmó la sospecha y minutos después la División Antinarcóticos de Jujuy, con perros adiestrados, lograron dar con el cargamento.

Varias horas después la policía pudo determinar las respectivas pertenencias entre los dos sospechosos corroboradas con los datos de las imágenes de Tartagal y la fuente de datos aportada por la empresa que realizaba el transporte nocturno de pasajeros.

Tanto la droga como los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal, que además determinó el secuestro del colectivo y la demora parcial de sus choferes, que declararon informativamente ayer.

Un verdadero golpe al microtrafico.

Mercado interno

Una fuente de la vecina provincia aseguró que este tipo de cargamento es para consumo del mercado interno; es para alimentar el microtráfico.
El informante señaló que lo acontecido en Pampa Blanca fue un golpe grande al menudeo, una actividad que aumenta el valor de la mercancía 20 o más veces. Lo llamativo, dijo, es que personal penitenciario participe de este flagelo.