Tres hombres y dos mujeres fueron imputados ayer por el homicidio calificado de Luis Esteban Carrizo, de 27 años, quien falleció por paro cardiorrespiratorio por herida de arma blanca a la altura del tórax.
La fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, imputó este martes a Domingo Faustino Correa, de 36 años; a Guadalupe del Valle Carrasco, de 31 años; a Cristian Raúl Maurín, de 45 años; Paola Jacqueline Varela, de 38 años, y a Hugo Gabriel Correa, de 44 años, por el delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Luis Esteban Carrizo, de 27 años.
Salinas Odorisio explicó que la División Homicidios y el Cuerpo de Investigaciones Fiscales trabajan para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la pelea en la que resultó herido mortalmente Carrizo y que solicitó que se mantenga la detención de estas personas.
La escena mortal
La violencia urbana en esta capital tiene tintes alarmantes.
La mayoría de los homicidios de gente joven se produjeron en hechos de sangre cuyo escenario fue una constante, la vía pública.
Muchas de estas muertes fueron adjudicadas, sobre todo en el norte de la provincia y los barrios periféricos de esta capital, al consumo, venta y ajustes de cuenta relacionados con las drogas.
El encuentro mortal de barrio 26 de Mayo, ocurrido en horas de la noche, estuvo rozado por estas causas, o al menos potenciado, dijeron los vecinos.
La disputa entre un grupo de vecinos, familiares entre sí, y una familia domiciliada en Ayacucho al 800 culminó con la muerte de un tercero "Chucky", quien al salir en defensa de una de las mujeres agredidas por un grupo armado recibió una estocada mortal. Luis Esteban Carrizo murió desangrado poco después de las 21.30 en la salita de Villa Primavera sin que llegara a ser asistido por médicos de emergencias.
El joven presentaba una herida en el hemitórax izquierdo, que le provocó, según sus familiares, un shock por falta de fluido sanguíneo, o shock hipovolémico.
Un testigo dijo que dos hombre conocidos en el barrio y en el penal local "Tara" y "Rulero", junto a sus concubinas o esposas, más la presencia de un tercero, ingresaron a calle Ayacucho armados con dos tumberas, un garrote, un machete y armas blancas menores y esa gente hoy imputada cometieron el crimen, huyendo luego hacia un inquilinato, donde fueron detenidos.