Con la presencia de fiscales y abogados hoy se realizó una inspección ocular en el Sistema de Emergencia 911, ubicado en Mitre y Ameghino por la crimen de la docente Rosa Sulca.
La doctora Ivana Crecini, defensora del operador que tomó la llamada, estuvo presente durante la inspección y dijo que lo más importante es que se deje en claro el rol que ocupó cada efectivo en este lamentable hecho. Sostuvo que su defendido solo recibió la llamada y actuó tal cual lo establece el protocolo. Manifestó también que existe una comunicación constante con los fiscales del caso y que la investigación transita por un buen rumbo. El movimiento en las oficinas del 911 comenzó poco después de las 9 de la mañana. La doctora como así también el abogado Martín Oropeza coincidieron en que ante una llamada de auxilio no se necesita ninguna orden judicial para ingresar a una vivienda justamente porque está en juego la vida de una persona.
Rosa del Milagro Sulca fue ultimada de 17 puñalada el martes 28 de abril en el interior de su casa. Según fuentes del Ministerio Público Fiscal, cerca de las 2.37 la víctima llamó al 911 clamando por su vida. ‘Por favor, ayuda 911 me están matando‘, señala, mientras un efectivo le pregunta por el domicilio. ‘Amalia Aybar 1480, apúrese por favor, Villa Mitre‘, responde.
Por el hecho imputaron al jefe del Centro de Coordinación Operativa (CCO), el comisario mayor Fabián Tolaba por entender que incurrió en los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte en concurso real.
También la Unidad Especial imputó a los policías Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, ambos en calidad de autores. Los fiscales observan que los efectivos incumplieron con su obligación de salvaguardar la vida de una persona.
Esa noche, después de recibir el llamado de la víctima los policías llegaron hasta la puerta de su casa y se terminaron retirando al no recibir ninguna respuesta omitiendo cumplir de manera deliberada la función que tenían asignada.