Al Ministerio de Seguridad de la Nación llegó un informe que encendió una luz de alarma. Los investigadores de Gendarmería Nacional y de la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal confirmaron que por la devaluación, en la frontera, el precio de la cocaína no sólo se incrementó más de un 30% (pasó de U$S 3.000 a U$S 4.000 el kilo), sino que además, por la falta de credibilidad en la moneda argentina, los grandes proveedores de la sustancia que proviene de Bolivia estarían modificando el sistema de ventas.
En el trabajo de investigación advirtieron además que este nuevo escenario podría desencadenar un incremento en los índices de inseguridad, una escalada de violencia y hasta serios problemas de salud entre los adictos.
En alerta
Juan Carlos Driollet, secretario de Lucha contra el Narcotráfico de Tucumán, reconoció que están al tanto del encarecimiento de la droga. “Estamos atentos y trabajamos para evitar que las consecuencias sean mayores. Esta no es una tarea que se encara desde la persecución penal únicamente, sino que también debe ser abordada desde el punto de vista sanitario. Por ese motivo venimos trabajando de manera conjunta con Desarrollo Social”, explicó el funcionario a LA GACETA.
Emilio Mustafá, psicólogo social que trabaja contra las adicciones en los barrios, coincidió con el informe de los investigadores de la fuerza de seguridad. “El valor de la droga que consumen los chicos se está incrementando paulatinamente. Esta suba no sólo se genera por el costo de la cocaína en sí, sino porque todos los precursores que se utilizan para su estiramiento se cotizan a precio dólar”, razonó.
Costos
Los transas, según confiaron fuentes policiales, comercializan en $ 400 la dosis de un gramo de alita de mosca -una de las versiones más puras de cocaína que se puede encontrar en el mercado-, cuando antes de la última crisis cambiaria, el costo era de $200. El paco, que tiene la menor cantidad de esa sustancia, en cambio, se cotiza a no menos de $100.
“El encarecimiento de la droga -agregó Mustafá- puede generar una situación de violencia, ya que sólo se terminarán imponiendo los más poderosos de los barrios. Se podría producir una serie de movimientos que en los barrios termina en enfrentamientos armados. También puede haber un vuelco importante hacia sustancias de peor calidad que generan más daño entre los chicos que la consumen”.
El toxicólogo Alfredo Córdoba dijo que es muy probable que se esté estirando aún más las drogas por una cuestión de costos. “Es lo que normalmente ocurre cuando se desata una crisis económica. En Grecia, por ejemplo, cuando se generó la crisis ese país tuvo graves problemas; surgieron nuevas drogas de diseño, como la conocida como el cocodrilo, que causó graves daños entre los adictos. Eso traerá aparejados perjuicios a los que la consumen”, comentó.
“Inalcanzable”
El toxicólogo Córdoba explicó: “la cocaína de máxima pureza se transformó en inalcanzable para muchas personas. Entonces consumen droga que tiene otros componentes que la hacen más nociva y que potencializan aún más sus efectos. Esa sería una de las causas del incremento de la violencia en hechos de inseguridad”.
Los trabajos de inteligencia que realizaron las fuerzas nacionales en el norte del país revelaron que el sistema de venta de cocaína se modificó por la estampida del dólar. Por ejemplo, según comentaron los investigadores, sólo están recibiendo la moneda norteamericana y de contado. Ya no existe el fiado a clientes preferenciales, como ocurría meses atrás.