Un audaz robo de droga o secuestros públicos sufrió la comisaría o sede de Drogas Peligrosas de Orán, donde una banda de escaladores a plena luz del día ingresaron por los fondos y se llevaron más de 50 kilos de elementos secuestrados, pudiéndose tratar de droga, hojas de coca, dinero u otras sustancias prohibidas.
La impunidad con la que se movió la banda de delincuentes escandalizó a integrantes de la misma fuerza, que intervinieron poco después de enterarse de lo sucedido en la mañana del sábado pasado. Ese día la sede de la División Drogas Peligrosas de barrio Mitre de Orán se hallaba a cargo de una agente.
Una fuente confiable del norte de la provincia aseguró ayer a El Tribuno que a las 10 de la mañana un llamado de un vecino alertó a la guardia de la sede de Drogas que personas ajenas a la institución estaban saltando la tapia con bultos.
Según la fuente, la agente fue hasta los fondos y no halló nada.
A las 11.20 llegó otro integrante de la fuerza, y tras ser anoticiado del llamado anónimo tampoco vio nada.
Minutos después llegó el jefe en persona, quien ordenó un arqueo e inventario del depósito donde se almacenan los secuestros públicos de drogas y sustancias prohibidas.
En ese momento se cayó en cuenta que habían sido robados varios bultos del lugar y que los mismos podrían llegar hasta los 70 kilos.
En ese punto hay controversias entre los distintos grupos investigativos, la denuncia formal, los rumores malintencionados y otros no tanto acerca de lo que realmente se llevaron de los depósitos de Drogas Peligrosas. Esa es la división de la Policía de la Provincia encargada de los delitos conexos al narcotráfico y al tráfico, fabricación, tenencia y distribución de las sustancias prohibidas por ley. Desde ese día a la fecha hay quienes sostienen que los delincuentes se llevaron hojas de coca prensada, cuyo valor estimado se acercaría a los 50.000 pesos.
Otros, en tanto, sostienen que entrar a una sede policial de esa categoría a robar a plena luz del día es una operación descabellada, de máximo riesgo e imperdonable para cualquier delincuente, un desafío de valiente o suicida si se quiere y el botín de hojas de coca, en Orán -nada menos- es casi una migaja para el riesgo, dedujeron. En ese contexto, una fuente del departamento de frontera dijo que ya nada sorprende en Orán, "donde el que no corre vuela", graficó.
Luego enumeró un caso que llamativamente permaneció en silencio hasta ayer, cuando comenzaron a ventilarse algunas perlitas oficiales.
El informante dijo sin mediar explicación alguna que el 25 de mayo pasado una patrulla perteneciente a la División Vial secuestró una motocicleta Yamaha ZF 125 de color negro.
El decomiso lo sufrió una mujer por no llevar la documentación al día y por la falta del casco reglamentario.
Lo increíble es que el día 1 de junio pasado se presentó en la delegación de la Policía Vial el propietario de la motocicleta con todos los papeles en regla, más el seguro pagado, el casco reglamentario y su carné de conducir, pero para sorpresa de él y de la guardia, la motocicleta no se encontraba en el depósito de secuestro, por lo que el sujeto realizó la correspondiente denuncia.
La fuente señala que hasta el momento la motocicleta no aparece y los días de espera del propietario parecen no tener fin.
La misma fuente dijo que nada debe sorprender, ya que en el Juzgado Federal, en el mes de noviembre del 2017 alguien se robó una camioneta desde el depósito del juzgado, cuya carga jamás se encontró.
Fuente: El Tribuno