Un joven que había sido despedido de la sandwichería en la que trabajaba, no tomó bien la decisión y aprovechó una noche en la que la dueña no estaba, engañó a quien estaba trabajando como su reemplazo y se robó la recaudación para luego escapar.
El mes pasado, la mujer propietaria de una sandwichería ubicada en la esquina de la avenida Entre Ríos y República de Siria denunció a un joven que trabajaba para ella y dijo que lo había despedido por haberse quedado con la recaudación de una jornada laboral.
El sujeto, que se desempeñaba como encargado, volvió una semana después de ser despedido y aprovechó que no estaba la dueña para engañar a su remplazo diciéndole que había acordado con la dueña su reintegro al trabajo y que debía tomar el turno de 22 a 06. Su reemplazante le creyó y el denunciado se quedó solo en el local.
Así fue como en un momento dado, tomó toda la recaudación y papeles que lo vinculaban al local y se fugó, según informaron desde el Ministerio Público. El caso quedó en manos de la fiscal penal Gabriel Buabse.
Al llegar los compañeros del nuevo turno, vieron que el local estaba abierto y que no había nadie en el mismo, por lo que le avisaron lo ocurrido a la dueña. La mujer realizó la denuncia, era la segunda vez se quedaba sin la recaudación de la jornada.
La comerciante sólo pudo aportar el nombre del ex empleado (Miguel), su número de teléfono y foto de perfil de whatsaap, por lo que la fiscalía dispuso varias diligencias para encontrar al joven de 21 años.
Días después, un hijo de la dueña logró identificarlo en la calle y le avisó a su padre. Entre ambos redujeron al acusado y alertaron al 911. El hombre quedó detenido, fue imputado por el delito de hurto en dos hechos y quedó preso.
Según la dueña de la sandwichería, cada recaudación robada rondaría los $10.000 pesos.
Fuente: La Gaceta