“Dicen que le salvé la vida, pero no. Los médicos no salvamos la vida de un paciente. Eso lo hace Dios. Uno no puede prolongar ni un segundo de vida de nadie. Sí puedo decir que evité que lo lincharan”, contó Cecilia Ramos, la médica de 50 años que auxilió a uno de los motochorros que, después de haberla asaltado en la puerta de su casa, chocó cuando escapaba.
“Los vecinos estaban enfurecidos. Le gritaban ‘hijo de p...; maten a esa lacra’, entre otras cosas. Querían golpear al chico por haberme robado la cartera. Lo único que hice es asistir a alguien que tuvo un accidente, como hago siempre”, agregó.
La mujer fue atacada el viernes a las 14 en la puerta de su vivienda, ubicada en Necochea al 1.000, cuando volvía de prestar servicios en La Ramada en Tucumán. “Estacioné el auto y cuando fui a abrir la puerta, escuché la frenada y dije ‘ya cagué’. Dos chicos iban en una moto y uno de ellos vino a sacarme la cartera. Forcejeamos un poco y escaparon a toda velocidad”, relató.
LA GACETA/FOTO DE JOSÉ NUNO
Cuando se escapaban en la moto, los asaltantes chocaron contra un móvil de la Policía. Uno de ellos quedó herido, tirado en el suelo; el otro huyó. Ya sabía que me estaban por robar, pero bueno, luché por la impotencia o bronca. Creo que uno reacciona por eso”, añadió la médica.
“Me sacó la cartera y comencé a perseguirlos. Fui corriendo varios metros intentando alcanzarlos o hacer algo a pesar de que ellos iban en moto y yo a pie. Les tiré con mis llaves y una botellita de plástico, pero no les hizo nada. Les grité hijos de p... porque fue lo que me salió”, contó en una entrevista con LA GACETA.
La profesional vive junto con su marido, también médico, y tres hijas. Una de ellas, que había escuchado los gritos de su madre, también persiguió a los ladrones. “Vi que ella corría y ahí si me asusté porque no sabía si estos tipos estaban armados. Uno a veces no piensa en eso. Actúa por bronca”, agregó.
“Cuando llegábamos a la esquina de Sargento Cabral y Bascary, escuchamos una explosión y vemos que un vehículo había chocado con una moto, pero no sabíamos que eran los ladrones”, contó. “Reconocí mi cartera. Cuando escucho un accidente salgo urgente a asistir a las personas. Es algo natural en los médicos”, añadió.
Cecilia dijo que el delincuente que quedó tirado en la calle, era el que manejaba la motocicleta. “Se golpeó fuerte y tenía lastimada una de las rodillas y el codo. Todo el tiempo se movía y se quejaba mucho. Le pedí a mi hija que me ayude a inmovilizarlo. Él quería sentarse a toda costa, pero le dije que lo mejor era que se quedara quieto y lo revisé”, contó. “A mí sólo me importa lo que Dios mande y quiera. La mirada de él. Ayudo y estaré para todas las personas. Esos jóvenes me robaron, pero también son seres humanos”, expresó para justificar su acción.
Ramos contó otro momento que vivió. “Fue gracioso cuando el chico me juró que él no había robado nada. Le dije: ‘No me mientas, sé que fuiste vos’. Él me respondió: por favor señora, no deje que esta gente me pegue y venga conmigo al hospital. Me prometió que no va a volver a robar nunca más porque tenía familia. Le dije que me quedaría con él cuidándolo para que no lo golpearan hasta que llegara la ambulancia. Y así fue”, agregó. La médica también dijo que el barrio es inseguro a pesar de tener a metros la jefatura de Policía. “Los delincuentes se le ríen en la cara”, destacó.
La profesional contó que no pudieron robarle el teléfono, pero casi se llevan sus elementos de trabajo. “Recuperé mi cartera, saqué mis guantes y pude ayudar al muchacho, pero todavía no puedo entender cuál es la noticia porque soy médica y tengo que ayudar a todos”, finalizó.
El herido fue trasladado a un centro asistencial donde aún permanece internado. Él y su cómplice, que fue aprehendido minutos después, quedaron detenidos. La médica, en cambio, sigue sorprendiéndose del revuelo que causó el caso.
Zona insegura
El caso del ataque que sufrió Cecilia Ramos no pasó inadvertido en barrio Jardín. Los vecinos salieron a ver qué pasaba cuando la médica, a los gritos, corría tras los pasos de los motochorros.
Ángela Cusumano, quien reside a media cuadra de dónde se produjo el accidente entre la moto y un móvil de Infantería, dijo que la zona es muy insegura y que la Policía no hace nada. “Salimos con mis hijas a ver qué es lo que pasaba y vimos a un chico tirado en la calle y mucha gente. Nos contaron que la habían asaltado a la médica de la vuelta y cuando escapaban, chocaron con un auto de la Policía”, relató.
“Los vecinos estamos muy molestos. Siempre roban acá y no tenemos seguridad”, expresó. La mujer además dijo que le pareció un buen gesto lo que hizo la doctora. “La gente estaba violenta y quería golpear al muchacho. Le robaron la cartera y después ella lo ayudó cuando se accidentó. También hay que pensar que es una persona ¿no?”, reflexionó.
“Hay tanta inseguridad en toda la provincia que la gente reacciona de esta manera. Si hubiese sido víctima una de mis hijas, qué quiere que le diga... No sé cómo hubiera reaccionado”, agregó.
“Ya vivimos muchas situaciones de asaltos: arrebatos en las paradas de colectivo y ya robaron en varias casas. El otro día un vecino dejó el auto afuera y le sacaron todo. Es increíble que la Policía esté tan cerca y aún así no tengamos quien nos cuide”, dijo.
Otra de las vecinas de la cuadra (que pidió que no se revelara su identidad), relató que no quiso salir de su casa cuando se enteró del asalto, “Vivo a dos casas de la Jefatura y tengo miedo igual. A veces nos roban y cuando vamos a denunciar, nos mandan a otra comisaría. ¡Cómo puede ser!”, concluyó.