POLICIALES

Muerte en La Ciénaga: En su carta la madre dispuso de sus pocos bienes y pidió su inhumacióna

Imagen ilustrativa
Imagen ilustrativa

En su despedida de este mundo, Silvia Chiliguay, la madre de 37 años que mató a su hija y luego se ahorcó, dejó una carta con poco más de 20 líneas en la explicó sus razones, dispuso de sus pocos bienes y precisó su última voluntad respecto a su inhumación.

La justicia, en tanto y tal vez por una cuestión de formalidad, trabaja en busca de establecer la causa de muerte de Julieta, la menor de 4 años, quien el 25 de junio pasado fue hallada muerta en un sillón de la vivienda que compartían con su madre y su abuela, en las calles Río Bermejo y Negro, en La Ciénaga.

Ayer, el fiscal penal, Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que la causa de muerte de la niña aún no se pudo determinar, y que para ello es necesario esperar una serie de estudios de anatomopatológicos y toxicológicos, entre otros.

El resto de la investigación, en tanto, gira en torno a la situación de vida Silvia, una madre soltera que repartía su vida, en los últimos meses, entre la casa de su madre, en La Ciénaga, y otra vivienda en la localidad de Cachi, donde intentaba llevar adelante un emprendimiento turístico que, al parecer, no tuvo los réditos que se esperaban.

Estos detalles y otros más comenzaron a aparecer, sin embargo, no se comparan con el contundente contenido de un manuscrito plasmado en un cuaderno hallado en la escena del hecho, en una mesa, junto a una birome Bic, de color azul.

En poco más de 20 líneas, según lo informado por una importante fuente policial a InformateSalta, Silvia explicó las razones por la que decidió quitarse la vida y hacer lo propio con su pequeña hija de 4 años, quien desde los dos años se quedó sin padre.

En esas líneas, seguida de un posdata en el que expresó su última voluntad respecto a sus escasos bienes y un pedido para que sus restos y los de sus hija sean incinerados, y que posteriormente las cenizas sean esparcidas en la “naturaleza”.

Respecto a lo que llevó a cometer este infanticidio seguido de suicidio, Silvia utilizó palabras como “infeliz”, “sufrir”, “futuro” y “perdón”, entre otras. Con ellas intentó explicar la angustia, la frustración y el dolor que la acompañaron durante gran parte de su vida.

Relación trunca

Como toda persona y en especial como madre, Silvia buscó toda su vida darle lo mejor a su hija, la que nació de la relación con Eduardo Rubén Velarde, con quien vivió durante tres años hasta que finalmente, tras un incidente de violencia familiar, salió de su vida en el año 2015, cuando residía La Merced Chica, a donde se mudó para iniciar su propia familia.

Eso, sin embargo y luego de mucho esfuerzo, no funcionó. El padre de su hija se marchó con otra mujer, y Silvia debió regresar a la casa de su madre, donde por tres años intentó salir adelante, como quería su madre, María Magdalena Tripolone, de 68 años.

 

"Te llevo conmigo"

En tres cuarto de hoja, con estilo de carta, Silvia pidió perdón por no haber encontrado rumbo a su vida, por los fallidos intentos por darle un bienestar a su hija, algo que ansiaba por sobre todas las cosas en este mundo, el cual no favoreció sus esfuerzos de superación.

Por ello, Silvia reveló su decisión suicida, en la cual incluyó a su hija. “Te llevo conmigo”, habría escrito, según el relato de una fuente policial y familiares de la joven mujer, quien el 25 de junio pasado fue hallada si vida en su vivienda.

Fue su madre, Magdalena, quien a las 3 de la mañana, al ver que ya era demasiado tarde para que estén viendo televisión, quien fue hasta la pieza donde su hija y su nieta se hallaban. Tras abrir la puerta, encontró el cuerpo ya inerte de Silvia.

En un sillón, en el que su nieta se sentaba a ver tele, la abuela encontró a Julieta, quien presentaba rastros de espuma en su boca. En la mesa, un cuaderno de hojas rayadas, tapa azul, abierto con el último escrito de su hija, con fecha, firma y número de DNI, la autora de esta macabra escena dejó su explicación de lo allí ocurrido.

Silvia se encargó de dejar en claro que era la única responsable de ambas muertes, por las que pidió perdón. Dedicó un párrafo a su madre y otros a sus seres más queridos, dejó en claro que hizo todo su esfuerzo por asegurarle el bienestar a su hija, pero no lo logró. “Nos vamos de este mundo y de esta vida de mierda”, habrían sido sus últimas palabras.

 

Fuente: Informate Salta



MÁS DE POLICIALES