Ojalá se haga justicia. Este miércoles se supo que finalmente falleció Gercy Rabaioti, una mujer de 83 años que se encontraba en terapia intensiva. Rabaioti se había descompensado cuando se enteró que su propia nieta la denunció a ella y su marido por una supuesta estafa, extorsión, defraudación y asociación ilícita.
A fines de 2019, Gercy y su pareja, Teobaldo Galarza, había recibido la visita de su nieta, Paula Arancibia, su marido y un pasante de abogacía quienes les informaron que tomarían posesión de la vivienda y que debían desalojar el inmueble. En ese entonces, los abuelos denunciaron haber sido agredidos y amenazados.
La Justicia comenzó a investigar el caso: los abuelos denunciaron que los engañaron para firmar la donación de la propiedad a su nieta y por otro lado se radicó la denuncia por las lesiones que sufrió Gercy. Sin embargo la defensa de la nieta, a cargo de Santiago Pedroza, formuló una denuncia cruzada y aseguró que tanto los abuelos como el abogado querellante, Javier Latorre, habrían lanzado falsedades en las denuncias para extorsionar ante los medios de comunicación a Paula Arancibia, informó El Expreso y FM Profesional.
La salud de la abuela comenzó a deteriorarse y según la médica que la atendió tenía trastorno del sensorio, sequedad de mucosas, respiraba con dificultad, saturación de oxígeno y traumatismo de miembro superior izquierdo, marcando un diagnóstico de mal estar general y pidió la internación.
No obstante, Pedroza presentó como prueba un audio donde constaría que la abuela habría tenido lesiones anteriores a la visita de su nieta, quien no los habría corrido de la casa y el diálogo se habría dado de manera pacífica.