El 19 de febrero pasado Salvador Mazza vivió una jornada de plomo y muerte prácticamente en las puertas de la Aduana y al costado de la Policía Federal.
Esa mañana tres sujetos, dos que se desplazaban en motocicleta y otro que se encontraba en las adyacencias asesinaron a tiros a un camionero boliviano que hablaba por teléfono con sus patrones, al otro lado de la frontera.
El crimen causó conmoción en Salvador Mazza por la osadía de un ataque artero frente a la sede de dos instituciones y a la vez fuerzas públicas nacionales.
Las investigaciones de la policía local lograron identificar a uno de los atacantes, que fue imputado por el homicidio en ocasión de robo.
Sin embargo, sus cómplices no fueron alcanzados por la ley argentina.
En la tarde del domingo último, un pareja de jóvenes oriundos de Salvador Mazza, con antecedentes penales, fueron emboscados y ejecutados a balazos por un número no especificados de sicarios, al parecer de origen boliviano.
Los criminales ejecutaron profesionalmente a la pareja de argentinos identificados como Reynaldo Gareca (pariente directo de un policía detenido por tráfico en Acambuco) y Yanet Chavarría Ramos (23), estudiante de secundario de la escuela Antártida Argentina de Salvador Mazza.
Por la ejecución de ambos no hubo ni detenciones ni pistas acerca de quiénes fueron los autores, aunque el porqué ya se develó o lo hicieron conocer quienes lo pergeñaron.
La impunidad con la que atraviesan la frontera y asesinan en nuestro país es llamativa, ya que no es la primera vez que ocurre, sino una más de tantas.
En el año 2014 fueron acribilladas a balazos en el paraje Acambuco tres personas, quienes recibieron cientos de proyectiles sin que hasta el momento nadie fue imputado por el hecho de tamaño crimen ni hay indicios de su autor intelectual.
Estos hechos demuestran que Salvador Mazza tiene una "justicia foránea de plomo y muerte".
Este doble homicidio tal vez esté abriendo las puertas a otros y la escalada de violencia es de nunca acabar en el norte del país.
También se supo ayer de fuentes oficiales del vecino país que dos músicos argentinos fueron ejecutados en la localidad de Yacuiba, Bolivia. Uno de ellos se encuentra en estos momentos en un hospital de Tarija, en estado grave, en tanto su compañero Juan Carlos Cardozo fue hallado sepultado a 70 metros de la finca privada donde estuvieron tocando durante más de 20 horas. La Policía del vecino país no detuvo a ninguna persona por el crimen de Cardozo, oriundo de Aguaray, a quien abatieron de dos balazos en la cabeza después de atarles las manos y quizá arrojarlo con vida a la fosa donde lo ejecutaron, a pesar de conocer a los propietarios de la propiedad y a todos los invitados a la fiesta. A las claras se ve el tratamiento de los delitos de uno y otro lado de la frontera.
Por tal motivo una fuente de Salvador Mazza aseguró anoche a El Tribuno que todo lo relacionado con el narcotráfico y sus delitos conexos se dirime en la ciudad de Yacuiba, hoy quizá el centro de todos los cárteles de la droga sudamericana.
Una fuente de frontera deslizó que la pareja ultimada camino a El Chorro fue en busca de un embarque para mejicanear, y con ese "cebo" la pareja llegó a la senda que los condujo a la muerte.
El mejicaneo, la causa
El crimen del camionero boliviano y otros hechos posteriores marcaron la cancha para la profesión de los mejicaneros.
Una fuente dijo que los delincuentes en aquella ocasión sabían que en el interior de la carga del camión que se hallaba de tránsito por el país había "algo", y por eso pretendieron robarse el camión y no las pertenencias de la víctima.
La negativa del chofer a abrir el camión y entregar las llaves del mismo fue su sentencia de muerte. Lo que alarma hoy es que los sicarios del vecino país hagan justicia por mano pro pia.
El “Botudo” Condorí
Raymundo Gareca tenía antecedentes graves, por tentativa de privación ilegítima de la libertad, robo, lesiones y nexo con la banda del “Botudo” Condorí, informaron fuentes vinculadas con la investigación.
Gareca es además familiar de un expolicía detenido por narcotráfico en un enfrentamiento entre Gendarmería y narcopolicías provinciales ocurrido en Acambuco.
Condorí Ortiz cayó preso por el crimen del camionero y fuentes de la frontera indican que Gareca no sería ajeno a ese crimen.
Fuente: El Tribuno