Lo buscan por todos lados. Familiares sospechan que alguien lo tiene al resguardo por creer que es una persona en situación de calle y enferma. El anciano sufre de Alzheimer y se desorientó hace ya más de un mes.

Agustín Tolaba (75 años) lleva 40 días perdido. No dejó rastro alguno. Como si se lo hubiera tragado la tierra. Sus familiares denunciaron su desaparición el 19 de diciembre, cuando salió de su hogar a la mañana temprano. Desde ese entonces ni rastros de "Don Tolabita" como se lo conoce por esta parte del Valle de Lerma.

Con cuatro hijos, 9 nietos y un bisnieto, el hombre supo ser andariego, concurría a cuanta festividad popular sea organizada. Nació en Amblayo, vivió en el paraje Ampascachi, a unos 6 kilómetros al sur de Coronel Moldes. Luego se trasladó a este último pueblo, donde está radicado hace 38 años. El abuelo Tolaba vivió la vida como Dios manda. Supo plantar tabaco y virreinas. Luego de jubilarse disfrutó de su familia. Caminó por todos lados y hasta se supone que sigue caminando y todavía no se ha dado cuenta.

"Tenemos esperanza de hallarlo vivo. Él estaba bien físicamente aunque su mente estaba media perdida por su enfermedad. Así y todo, nunca se perdió de esta manera, la única vez que ocurrió fue por unas horas y volvió a casa", cuenta Liliana, una de sus hijas.

La foto, difundida por El Tribuno, muestra a un Tolabita, sonriente y dentro de todo en buena forma.

La policía ha rastrillado todo a su paso. Desde la fincas aledañas al pueblo de Moldes hasta el perilago y zonas del dique con buzos especializados.

Los llamados de anónimos por supuestas personas parecidas a Agustín Tolaba han abundado en estos días de búsqueda. Se llegó hasta Salta capital y otros sectores del Valle de Lerma, pero todo con resultados negativos.

No se halló osamenta ni rastros de posibles decesos. Nada, pero nada. La alternativa lleva a la familia a pensar que al abuelo Tolaba lo tiene alguien pensando que es una persona grande en situación de calle.

"Si hubiera estado fallecido, ya hubiera aparecido el cuerpo. Pero por los testimonios y un video obtenido al otro día de su desaparición, a mi papá alguien lo tiene retenido pensando que tiene a un persona de la calle; se desorientó y fue a parar vaya a saber adónde. Y con quién", dijo la hija.

A don Agustín le diagnosticaron Alzhéimer en 2014. Sin embargo su carácter seguía siendo el mismo: dicharachero y entusiasta de las fiestas, aunque se desorientaba en tiempo y espacio.

"Nunca se nos perdió de esta manera. Su imagen apareció al otro día en una cámara de seguridad de un comercio de Moldes. Ahí sale con la misma ropa que salió de casa el día anterior. Estaba en la zona céntrica de Moldes y cerca de una parada de colectivos", aduce la hija.

El abuelo se prendía en cuanto desfile o fiesta popular se desarrollaba en su pueblo. De hecho, conoció muchos lugares de esta manera. Su pasión era la Cuesta del Obispo y otras zonas de la quebrada de Chicoana. Por eso su búsqueda se centra en esa región oeste del Valle de Lerma, con la idea de que en su desorientación, quizás haya llegado por estos parajes de montaña.

El caso de Agustín Tolaba tiene desconcertados a la familia y a quienes lo buscan. La policía sigue su búsqueda incesante. Han pasado 40 días, la angustia invade las mentes de sus allegados, pero una luz de esperanza sigue encendida.

Si alguien lo identificó, piden que llamen a la comisaría más cercana a su domicilio. Sus familiares quieren saber qué pasó con él.