La investigación de la muerte de Facundo Ferreira ingresará hoy en una etapa de definiciones. A partir de las 9 se hará en Salta la apertura de los sobres que contienen las pruebas del caso del menor, que recibió un disparo en la nuca el 8 de marzo. Uno de los estudios que se presentarán en el laboratorio de Ciencias Forenses apunta a demostrar si los chicos involucrados habían disparado o no durante esa madrugada.
Otra muestra, que se evaluará en el centro especializado, reúne datos que permitirán determinar la distancia del disparo que acabó con la vida del chico de 12 años, en la zona de El Bajo.
El abogado Emilio Guagnini, representante de la familia del menor, consideró que las pruebas que serán analizadas en la provincia vecina “podrían resultar útiles”. Sin embargo, remarcó: “independientemente de las muestras, consideramos que existen elementos suficientes para citar a los policías a declarar como imputados”.
“En cualquier causa penal donde se investigue un delito y, muchas veces de menor gravedad al de un asesinato, a las 24 horas se están tomando declaraciones a los presuntos responsables. Hasta en un homicidio culposo por accidente de tránsito se detienen a las personas involucradas para que presenten a declarar. En este caso, en el que se ha dado muerte a Facundo con un disparo, ya ha pasado un mes y todavía no fueron citados a declarar”, añadió.
Entre las pericias conocidas hasta ahora no se obtuvieron huellas dactilares ni otro vestigio en la arma, un revolver calibre 22, que habrían utilizado Facundo y su acompañante, otro menor, esa noche. Por ello, no se pudo hacer una prueba de ADN sobre ese instrumento. Aparentemente, esa arma habría sido manipulada antes de que llegue a manos de la fiscala Adriana Giannoni, a cargo de la causa.
“En cualquier hipótesis, hasta en la versión dada por la misma Policía, estamos en presencia de un homicidio agravado”, remarcó Guagnini. El letrado señaló que solicitará otra vez a la Fiscalía que los policías involucrados sean citados a declarar.
Datos anteriores
Durante la investigación, Giannoni fue recibiendo las conclusiones de varias pruebas recogidas en el lugar del hecho. Los últimos estudios fueron los toxicológicos, realizados a los dos policías y al amigo de Facundo.
Uno de los informes confirmó la presencia en sangre de indicios de cocaína y de marihuana. La muestra correspondió a uno de los uniformados, quien manejaba la moto oficial. Tras recibir este dato, la fiscala busca determinar el nivel de las sustancias detectadas en el cuerpo del agente de la Policía.
Días después, el análisis toxicológico realizado al amigo de Ferreira reflejó también la existencia en el organismo de vestigios de marihuana.
Otra prueba, llevada a cabo por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales que depende del Poder Judicial (PJ), reflejó que el disparo que mató a Facundo no se hizo a corta distancia, aunque Giannoni pretende determinar con exactitud el trayecto del proyectil.
El menor murió el 8 de marzo, al recibir un disparo en la nuca. En ese momento, la versión policial hizo referencia a que los agentes Nicolás González Montes de Ocay Mauro Gabriel Díaz Cáceres, involucrados en la causa, persiguieron a un grupo de jóvenes y que respondieron a disparos que habrían recibido.
Por su parte, la familia del chico sostuvo que lo mataron a sangre fría.
Fuente: La Gaceta