Escándalo en la Parroquia Señor y Virgen del Milagro de Metán. Tres familias denunciaron al Director del Coro por supuestos abusos sexuales. La falta de acción devino en una queja, debido a que la denuncia fue formalizada el 25 de octubre pasado.
Quienes radicaron la denuncia son los padres de una menor de 16 años que, aseguran fue objeto de abusos sexuales por parte del corista desde 2016. Los hechos relatados en la misma fiscalía penal de Metán, dan cuenta de que los padres de la adolescente contrataron al Director del Coro de la parroquia para que le diera clases de canto a su hija, circunstancia en que habrían ocurrido los abusos.
A esas clases, posteriormente, se sumó una hermana de la menor, de 11 años, por lo que, no se descarta que también haya sido víctima de tocamientos. Por años, la víctima, mantuvo silencio y ello se debió, en parte, al supuesto consejo que habría recibido del Padre de la parroquia que le habría dicho que tenía que perdonar, olvidar y callar.
Tras hablar con compañeras de colegio, la menor se percató de que había otras adolescentes que había sufrido los mismos abusos sexuales por parte del Director de Coro, por lo que la menor decidió hablar con sus padres sobre lo que sucedía en la parroquia.
Según publica Informate Salta, dijeron que la orden dada por el sacerdote para que su hija no diga nada de lo que sucedía, se contradijo con el consejo que, tras un retiro espiritual, le dio a la menor otro sacerdote, quien la instó a que vaya y denuncie.
Por otra parte, los padres de la menor, en la denuncia, refieren también que el acoso sexual de este Director de Coro se producía no sólo en la casa de la víctima sino también durante las clases de canto del coro de la Parroquia de Metán, y que su hija no sería la única víctima de este sujeto.
Revelaron que, al menos, hay dos jovencitas más que fueron víctimas de los acosos. En la denuncia acusaron al párroco local, pues la situación llegó a oídos de las autoridades eclesiásticas locales, por lo que el "obispo" llamó a una reunión de sacerdotes en Metán, en la que se resolvió que no haya actividad con niños en las instalaciones de la iglesia.
Luego se habría prohibido el ingreso del acusado al templo, pero no se cumplió. Según se supo, cuando la menor fue a la iglesia para una celebración tradicional, el señalado "hacía" de fotógrafo. Ante eso los padres decidieron dejar de lado el asesoramiento parroquial y fueron directamente a la fiscalía penal a denunciar los abusos sexuales.
Los días pasaron, pero hasta el momento no se conocen acciones concretas de parte de la fiscalía, por lo que temen que todo quede en la nada, como ha sucedido con otras denuncias que involucran de una manera u otra al entorno de la iglesia, en especial en las congregaciones más pequeñas.