Un agente de la Policía de la Provincia asesinó a su esposa y madre de sus tres hijos en una vivienda de barrio Los Paraísos, ubicado en el departamento Cerrillos, y luego se suicidó con la misma arma, una 9 mm oficial.

La tragedia familiar se desencadenó en tres momentos diferentes.

Primeramente en horas de la madrugada el agente Edgar Almirón se presentó en la casa de su pareja, de la que estaba distanciado hace más de un mes.

Allí discutieron arduamente y de manera violenta y esto llamó la atención del vecindario.

En la humilde vivienda se encontraban los tres hijos de la pareja junto a su madre y esposa del policía Almirón, Liliana del Valle Flores (25).

Se dijo que los vecinos alertaron a la policía y ésta llegó con premura.

Al momento la mujer evidenció ser víctima de violencia y fue conminada para que realice la denuncia y se pueda detener a su pareja, que al parecer se había ausentado del lugar.

Tras esos trámite se ordenó judicialmente la captura del agente Almirón, siendo éste buscado en la casa familiar donde supuestamente no se encontraba.

Al lugar se le asignó un personal de consigna para seguridad de la mamá, quien según dijo poco después que se retiraran sus compañeros que sintió la detonación de un arma de fuego y luego una segunda detonación en el interior de la vivienda.

Tras ingresar a la misma halló los cuerpos de la mujer y de su expareja ya sin vida y el arma reglamentaria en la escena de la doble muerte violenta.

El hecho se produjo pasada las 7 del lunes, en el interior de una vivienda particular.

El femicidio se tornó inexplicable porque todo hacía prever la guarda del Estado sobre la mujer, sin embargo esto no sucedió y es motivo de una gran y grave investigación por parte del Ministerio Público.

Se sabe que al regresar de la dependencia, la consigna revisó el interior del inmueble y mientras custodiaba la parte externa de la casa escuchó las detonaciones con arma de fuego.

El efectivo pidió asistencia médica inmediata. Personal del Samec confirmó el deceso de ambas personas.

Al haber menores de edad en el domicilio intervino el Gabinete Psicológico de la Policía que brindó asistencia a los familiares.

Por otra parte, la Oficina de Asuntos Internos está abocada a la investigación para determinar cómo fue el desempeño de los efectivos que intervinieron ene le caso.

Detención preventiva

Tras consumarse el femicidio, y dadas las circunstancias escandalosas del mismo, el fiscal penal Gustavo Torres Rubelt solicitó la detención del efectivo policial que tenía a su cargo la consigna fija y personal de la mujer que fue ultimada por su expareja. Será imputado en las próximas horas.

En el marco de la investigación que se lleva adelante por el homicidio de Liliana del Valle Flores en barrio Los Paraísos, el fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Gustavo Torres Rubelt, solicitó al Juzgado de Garantías en turno la detención del efectivo policial al que se le había asignado la consigna fija y personal en protección de la mujer.

El pedido de Torres Rubelt obedece a que en el hecho de violencia familiar que se registró previamente al homicidio, la mujer denunció que su expareja la había golpeado y amenazado con el arma de fuego y la consulta atendida por la Fiscalía Penal de Cerrillos generó la directiva de que se asigne una consigna fija y personal a la damnificada hasta que sea detenido Almirón, que se encontraba prófugo.

Cuando se produjo el hecho, el efectivo afectado a la consigna se encontraba en la puerta del domicilio y no se percató de que Almirón ingresó por la parte posterior y solo se alertó cuando sintió disparos y al ingresar a la vivienda la mujer ya estaba herida y el agresor se disparó con el arma de fuego.

La jueza de Garantías en turno hizo lugar al pedido de detención y la audiencia de imputación se realizará en las próximas horas.

Sin antecedentes

El homicida policía Edgar Exequiel Almirón no tenía antecedentes y por eso contaba con su arma reglamentaria, informó la Jefatura de Policía.

La jefa de Policía dijo a los medios que en la institución tienen severas normativas internas para policías que comenten cualquier hecho de violencia contra la mujer, principalmente se les retira el arma, pasan a situación pasiva y la mayoría de los casos llegan a la exoneración", expresó.

El femicidio de Liliana del Valle Flores dejó sin embargo una muestra cabal sobre el flagelo, que se consumó aun con la intervención de la Justicia y de la fuerza pública, algo que no se puede llegar a entender.