El sargento de la Policía de la Provincia de Salta, Roberto Borja, deberá afrontar el debate oral y público este marte 3 de setiembre, acusado de lesiones agravadas por abuso sexual, desobediencia judicial y coacción con armas. El aberrante hecho tiene como víctima a su ex pareja, una mujer que vivió el calvario durante años y a la que no querían tomarle la denuncia porque el acusado era de la fuerza.
En sus denuncias la víctima sostiene que el hombre le propinó golpizas inhumanas, pateándola en el piso, ahorcándola hasta desmayarla y todo tipo de violencia, llegando a gatillarle el revólver en la cabeza.
La denunciante señaló que Borja hizo valer su condición policial evitando que colegas suyos tomarán la denuncia, obligándola a deambular herida, por todas las comisarías hasta encontrar que se las asentaran.
La fiscalía, en su momento ordenó que se le retire el arma reglamentaria al agresor quien la usaba como diversión simulando ejecuciones a la madre de sus hijos. También se le estableció medidas como prohibición de acercamiento (la cual no acató) y se le suministró botón antipánico.
Francisco Javier Latorre, querellante, sostuvo que esta causa podría haber sido otro de los tantos casos que terminan en femicidio en nuestra Provincia. "El calvario de esta mujer se agrava por la condición policial del agresor", aseveró.