La mujer tiene 27 años, reside en barrio 17 de Octubre y tiene dos hijas de 9 y 10 años. Hace unos días, la mujer recibió a una hermana que vive en barrio Mosconi, con quien comenzó una ingesta alcohólica, aunque a las horas su visita se marchó.
Luego de ello, la joven salió en busca de un paquete de cigarrillos a un negocio cerca de su casa y al regresar se encontró en la vereda de su casa a su cuñado, quien reside al lado. El sujeto tenía un vaso de vino y le convidó a la mujer, quien se quedó a beber.
De pronto, se acercó otro vecino del barrio y la ingesta alcohólica se extendió hasta que perdió el conocimiento debido a la cantidad de bebidas ingeridas, despertándose al otro día, alrededor de las 9.30.
Se entera de lo peor
La mujer se dio cuenta que estaba semidesnuda en su cama, pero no podía recordar cómo fue que llegó hasta ahí, pues su última imagen era cuando estaba en la vereda de la vivienda junto a su cuñado y un amigo de éste.
Al salir del cuarto, conoció InformateSalta, su hija de 9 años le preguntó qué hacía el acusado en la casa anoche, por el cuñado de la joven. En vista de que la menor sabía más que ella de lo que había sucedido y cómo fue que llegó a su cuarto, la madre interrogó a la niña.
La menor, entonces, le contó que el cuñado la había introducido a la casa, a su cuarto, donde le quitó la ropa y luego se bajó el pantalón y la sometió sexualmente, acción que la menor describió con una reproducción de los movimientos que hizo el abusador.
La mujer indagó entonces dónde estaba ella que vio todo. Fue entonces que la niña, entre llantos, reveló que estaba en la puerta de la pieza, escondida debajo de una colcha, desde donde vio todo y lloraba porque suponía que era algo malo lo que hacía el sujeto a su madre.
Con este relato, la mujer se presentó en la policía y radicó la denuncia en contra de su cuñado por el abuso sexual del que fue víctima, hecho cometido aprovechándose el agresor del avanzado estado de ebriedad de la víctima.