El Año Nuevo se tiñó de sangre. Un nuevo homicidio ensombreció los festejos por la llegada del 2020 y volvió a mostrar que la violencia en los barrios de la periferia sigue siendo una constante.
El crimen se produjo en un contexto de festejos desenfrenados entre jóvenes, entre ellos muchos adolescentes, que se congregaron en el barrio Santa Clara, en el este de la capital, a festejar la llegada de un nuevo año.
Fuentes policiales confirmaron que la muerte se produjo en el marco de una gresca generalizada entre varios jóvenes, por causas que se desconocen pero potenciadas por el consumo de sustancias y sobre todo de alcohol.
Los incidentes primarios se originaron en las primeras horas de la madrugada y culminaron cuando un joven de 17 años cayó herido de muerte y este acto terminal produjo la fuga de muchos de los presentes.
En el lugar donde quedó tendido el joven de apellido Jaime, solo quedaron sus amigos, casi todos de la misma edad, quienes decidieron llamar a la Policía recién en esos instantes.
Se sabe que desesperadamente buscaron ayuda particular y en un vehículo trasladaron al joven Jaime hacia la guardia del Hospital San Bernardo, donde llegó sin vida.
Su única compañía fue un amigo, quien dio detalles de los hechos al personal policial primero y luego a los investigadores del sector 4.
La Policía informó, además, que personal de Infantería concurrió al lugar para evitar que la agresión mortal provocase otros hechos de violencia terminal y que logró controlar a los grupos de exaltados que deambulaban por las inmediaciones.
De las declaraciones tomadas a posibles testigos, se pudo determinar la identidad del agresor, quien fue señalado como un tal Aldo Paz, con domicilio en la zona este de la ciudad capital.
La Policía concurrió a su domicilio y luego a los distintos lugares donde podría haber buscado refugio.
Ya con la luz del día, personal de civil lo ubicó en un canal de desage pluvial, conocido como Velarde.
Inmediatamente, se montó un cerco para evitar que el sujeto pudiera huir.
Una vez cerrados los posibles lugares por donde podría evitar su detención, se lo trató de detener, produciéndose una espectacular persecución peatonal.
El sujeto aún se hallaba armado con una cuchillo, el que arrojó poco antes de ser reducido por los efectivos de la fuerza. Se trata de un puñal de fabricación casera, un arma tumbera, como se las conoce, que la Policía estima fue utilizada para quitarle la vida al adolescente.
En las primeras horas de la mañana se presentó en el hospital la mamá del joven asesinado, quien lo reconoció, ya que hasta esa hora se hallaba como NN.
Alcohol y muerte
Los incidentes se materializaron a la madrugada tras los festejos del Año Nuevo, pero las causas de la violencia no fueron aún esclarecidas.
Para una fuente policial, se trató de la violencia que generan las sustancias prohibidas y el alcohol, que disparan desencuentros violentos por cualquier nimiedad o como, en otros casos, exacerban viejas rivalidades barriales.
La misma fuente dijo que la zona este de la capital concentra la mayor cantidad de heridos de arma blanca y casi la mayoría de los últimos crímenes fue bajo los efectos de sustancias prohibidas y alcohol.
Detención
En las primeras horas de la mañana, finalmente la Policía dio con el agresor.
Una fuente deslizó que se hallaba fuera de sí y opuso tenaz resistencia a la presencia de la fuerza del orden.
El joven de 27 años detenido, Aldo Paz, fue puesto a disposición de la Justicia que lo imputará en la mañana de hoy los cargos de homicidio simple
De acuerdo a los informes policiales, todo sucedió cerca de las 5.45.
A esa hora los efectivos de Villa Lavalle fueron alertados desde el Centro de Coordinación Operativa que en calle Vilariño y avenida Discépolo había una persona herida por arma blanca, pero al llegar a lugar solo hallaron incidentes violentos.
Minutos después, el adolescente ingresó al hospital San Bernardo donde los médicos informaron que ya se hallaba sin vida. El joven había sido trasladado en forma particular hasta allí.
De esa manera, el nuevo año comenzó con un crimen lamentable, el de un adolescente de solo 17 años.
Efectivos de Criminalística realizaron las pericias de rigor ordenadas por la Justicia
En el crimen interviene la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas 1, que ordenó una serie de diligencias para esclarecer los móviles y pormenores de una muerte casi absurda.
