Lo que hasta hace unos días en el universo policial era analizado y tratado, al menos por un amplio sector, como un "acto normal" en el interior de una fuerza de seguridad provincial como la Policía de Salta, a raíz de un presunto maltrato por parte de la jefa de la institución, la comisario general Norma Morales, en contra de una comisario inspector, ayer desde el Ministerio Público Fiscal echaron por tierra cualquier tipo de percepción e informaron sobre la creación de una unidad especial para investigar lo ocurrido el domingo 5 del corriente mes.
Una denuncia enmarcada en la causa penal AP 643/20 Comisaría 15, San Remo, por el supuesto maltrato por parte de la jefa policial, Norma Morales, y otra oficial, impulsó al Procurador General de la Provincia, Abel Cornejo, a la creación de la Unidad Fiscal de Colaboración para investigar dicha causa, creación que se realizó a través de la resolución 971.
"El Procurador adoptó las medidas que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos humanos disponibles y, de esa forma, favorecer la defensa de los intereses por los que el organismo debe velar", expresa el comunicado que dieron a conocer desde el Ministerio Público Fiscal. A la Unidad Fiscal de Colaboración la integraran los fiscales Horacio Córdoba Mazuranic, Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Paz, este último es uno de los investigadores que el procurador removió de la causa Jimena Salas.
Según el MPF, la conformación de la Unidad Fiscal de Colaboración se basa en las disposiciones reglamentadas para optimizar el funcionamiento de las Fiscalías Penales: el artículo 166 de la Constitución Provincial, artículo 82 inc. C de la ley 7690 y sus modificatorias, artículo 32 de la ley 7328.
La denuncia contra Morales y una oficial está vinculada a lo ocurrido durante un control policial en la rotonda de Limache, zona sur de Salta capital, sobre la avenida Paraguay donde participaron la denunciante, comisario inspector Francisca Arcelia Choque, y las denunciadas. Según Choque, la jefa de la Policía habría incurrido en "abuso de autoridad en contexto laboral; violación de los artículos 19, 14 bis y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional; de los tratados de Derechos Humanos con jerarquía constitucional y leyes como las de administración y de contrato de trabajo" como así también "de la ley nacional 24685 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales y ley provincial 7888". La acusación también llega a un supuesto acto de "abandono de persona" en perjuicio de la denunciante.
El hecho
Al parecer la situación no venía del todo bien. Una, la flamante jefa del organismo azul de Salta, Norma Morales. Del otro lado, la comisario inspector Francisca Arcelia Choque, jefa en la comisaría 104, quien tras haber recibido retos de la superior sufrió un síncope y tuvo que ser trasladada de urgencia al centro de salud de San Remo y luego al hospital.
El silencio de Norma Morales a la hora de tener que explicar una situación que, según algunos sectores de la misma fuerza, son en cierta forma "comunes" dado que "órdenes son órdenes", hizo que la incertidumbre sea aún mayor. Tras el hecho, varios fueron los trascendidos y "la jefa" quedó bajo las miradas de quienes aquella tarde trabajaban en uno de los controles que se llevan a cabo en toda la provincia en el marco del COVID-19.
En el marco del “retiro obligatorio” por el que fueron notificados distintos efectivos, una miembro de la fuerza también denunció a Norma Morales. Sería la primera de una ola de denuncias que podrían surgir.
El personal apostado en la rotonda de Limache, el domingo 5 a la tarde, después de lo sucedido entre ambas jefas, tuvo que desfilar por las oficinas de la casa central de la Policía. Acerca de lo ocurrido una fuente cercana a la fuerza policial señaló que cerca de las 17 la comisario Choque recibió una orden por parte de su superior, Norma Morales, para controlar un vehículo. Choque no habría acatado las órdenes y eso habría alterado los ánimos de la jefa, quien luego habría solicitado sancionar a la comisario inspector. Otra versión de lo ocurrido indicó que Choque no habría secuestrado un vehículo en el marco del COVID-19, lo que habría desatado el supuesto maltrato por parte de Morales.
Al cabo de unos 15 o 20 minutos, Choque, quien según manifestaron estaba bien hasta haber discutido con la superior, empezó a sentirse mal y sufrió un ataque. Al ser trasladada al centro de salud de San Remos, uno de los enfermeros que la atendió dijo que la comisario padecía en ese momento un accidente cerebro vascular (ACV) y de inmediato la trasladaron al IMAC, donde el personal de las fuerzas de seguridad recae cada vez que necesita asistencia médica. Sin embargo y al observar el grave estado de salud, Choque fue trasladada en ambulancia a la clínica Santa Clara de Asís, mientras era asistida con respirador artificial y prácticas de reanimación.
Para algunos, se trató de un hecho grave de "maltrato laboral", lo que terminó en la creación de una unidad especial que colaborará con la institución azul a la hora de investigar maltratos en la fuerza policial; para otros lo ocurrido en la zona sur el domingo 5 fue una circunstancia habitual dentro de la fuerza cuando una orden es desobedecida y que la "crisis compulsiva" que sufrió Choque no tuvo que ver con el encontronazo.