Después del video aparecido esta semana en el que una mujer, miembro de una banda narco del sur de Rosario, recibía una paliza mientras era filmada, en las últimas horas salió a la luz un nuevo video escalofriante que también tiene como eje el conflicto entre delincuentes, esta vez no en la calle, no en un aguantadero de la periferia de la ciudad, sino dentro de una cárcel del Estado.
Alerta Rosario publicó un video en el que se ve cómo un grupo de presos del penal de Piñero golpea y humilla a otro detenido dentro de una celda y se percibe el pánico de la víctima, quien no sabe cuándo ni cómo se terminará el ataque.
Durante los 30 segundos que dura el material audiovisual, se puede ver cómo un grupo de al menos cuatro personas rodea a otro preso y lo agrede mediante vejaciones verbales, amenazas y golpes.
“Entangate, entangate todo, dale”, le ordena quien filma el material al preso agredido, pidiéndole que se ajuste su calzoncillo entre los glúteos. Luego, le indican a la víctima del ataque que se arrodille para seguir con los golpes aplicados por todos los integrantes del grupo.
De acuerdo a las fuentes, “Lamparita” Funes era quien grababa y quien ordenaba “entangarse” al preso agredido, mientras que Alan no aparecería en escena, pero sí se le reconoció la voz.
En tanto, la víctima del ataque es un preso llamado Fabián Osvaldo Melgarejo, de 27 años, preso en Piñero desde 2018, imputado por un doble homicidio cometido el 20 de febrero de 2018 en el barrio rosarino de Punta Gallego.
Tanto los Funes como Melgarejo compartían el pabellón 16 de la cárcel de Piñero desde hacía tiempo y, hasta el momento, se desconocen los motivos exactos del ataque.
Melgarejo, aseguran fuentes, logró zafarse del ataque, escapó de la celda y logró encerrarse a tiempo en lo que la jerga carcelaria se llama “jaula”. Se trata de un espacio enrejado que sólo se puede abrir desde dentro y en el que los presos pueden refugiarse ante un ataque tras las rejas.
Melgarejo fue atendido por el celador de la prisión poco minutos después y se dio lugar al protocolo de atención, que contempla un chequeo médico y una consulta con un psicólogo, entre otros pasos.
Luego, las autoridades carcelarias decidieron trasladar a la víctima de la agresión a otro pabellón para cuidar su integridad física. Su nuevo destino no fue revelado.
De acuerdo a fuentes penitenciarias de Santa Fe, el video fue emitido en vivo en las redes sociales por uno de los agresores. Por lo tanto, las autoridades de la cárcel tuvieron conocimiento de la existencia del material casi de manera inmediata.