La escena podría ser parte de una de las clásicas jornadas de corridas de toros que se realizan en las ciudades españolas de Pamplona, Cáceres, o incluso la popular Madrid. Sin embargo ocurrió en pleno conurbano bonaerense y, lejos de tratarse de una cuestionable práctica cultural, un toro -que aparentemente había sido robado y logró escapar de sus captores- deambuló durante horas por Quilmes hasta que finalmente fue atrapado por una pareja de gauchos.
Según informó el periódico El Progreso, pasadas las dos de la madrugada, a la altura de las calles Larrea y Bombero Sánchez, los vecinos de la zona denunciaron al 911 la presencia de un toro que caminaba desorientado por el barrio. Efectivos de la policía local y personal de Defensa Civil montaron un operativo para evitar posibles ataques del animal a las personas y lograr su captura.
Sin embargo, el toro fue atrapado por una pareja de gauchos que, aprovechando el cansancio del animal producto de la falta de hidratación y comida, lograron enlazarlo y reducirlo. Los gauchos se presentaron en el lugar como sus propietarios y, según denunciaron, habría sido robado de un campo que tienen en el barrio Pepsi, en Florencio Varela. Aún es un misterio como el toro llegó hasta Quilmes.
Según reprodujo el medio zonal, una vecina sorprendida manifestó: “Pasó por enfrente de mio, por la esquina de mi casa. Creímos que era una vaca, pero no, era un toro. Habían varios patrulleros que lo seguían pero no lo podían parar, incluso le cruzaban los autos pero los pasaba por al lado; por suerte aparecieron los gauchos”, graficó la mujer.