El futuro del proyecto que busca legalizar la interrupción voluntario del embarazo en Argentina parecería tener un final anunciado en el Senado de la Nación. La definición de Juan Carlos Romero, uno de los legisladores que todavía no se había manifestado al respecto, inclina el escenario para quienes proponen rechazar la iniciativa que posee media sanción de Diputados.
Si bien ya se especulaba con que el salteño votaría en contra del proyecto, al igual que Cristina Fiore y Rodolfo Urtubey, el exgobernador había evitado pronunciarse públicamente. La confirmación llegó a través de un tuit: “luego de meses de análisis por el debate y habiendo escuchado a diversos sectores de la sociedad a favor y en contra, advierto que existe la convicción mayoritaria de los salteños que la ley sobre la legalización del aborto no prospere, por lo que confirmo mi voto negativo”, expresó.
Teniendo en cuenta esa postura, si se mantiene el número y hay asistencia perfecta de los senadores “celestes”, el proyecto será rechazado y consecuentemente no podrá ser tratado en el Congreso por el plazo de un año.
Hasta el momento, los legisladores que apoyan la ley de aborto son 32 y 36 los que se oponen. Todavía quedan dos sin pronunciarse: el santafesino Omar Perotti y el tucumano José Alperovich, ambos del bloque Justicialista. Pero aún con esos dos senadores votando afirmativamente, no sería suficiente.
Hay además una abstención anunciada, de Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino), mientras que la puntana Eugenia Catalfamo, compañera de bloque de Adolfo Rodríguez Saá, se encuentra de licencia por embarazo, informó Parlamentario.com.
El próximo 8 de agosto, el proyecto llegará al recinto sin ningún dictamen porque los senadores que se oponen a la norma lo evitaron. Además los “verdes” no pudieron juntar el número suficiente de firmas ni para la mayoría absoluta del plenario ni en cada una de las comisiones.
Por ese motivo, en la sesión se sometería a votación el proyecto proveniente de Diputados, que no contiene los cambios que acordaron los senadores a favor en el Senado. Así, el bando opuesto podría exigir dos tercios para habilitar el tratamiento en el recinto, sobre tablas.
Fuente: La Gaceta