Alberto Fernández se reserva para sí la lapicera parlamentaria. Contrario al deseo de algunos legisladores y hasta de la propia Cristina Fernández de Kirchner, no ampliará el período de sesiones ordinarias, sino que convocará directamente a extraordinarias. La diferencia es sustancial, aunque en los hechos terminará siendo simbólica: en el primer caso la agenda queda en manos de los legisladores y es libre, mientras que en el segundo caso, la opción elegida por el Presidente, sólo se pueden discutir los proyectos establecidos por decreto.
En los próximos días el jefe de Estado terminará con las especulaciones en torno a sus prioridades, según confirmaron tanto en Olivos como en el Congreso. Sin embargo, fuentes muy cercanas a Fernández indicaron a Infobae que acordará el temario con los titulares de ambas cámaras, Sergio Massa y Cristina Fernández. También admitieron que “seguramente” incluirá dos temas polémicos que interesan especialmente a su Vicepresidenta: el Aporte Solidario Extraordinario (el llamado impuesto a las grandes fortunas) y la ley de reforma del Ministerio Público Fiscal, que reduce la mayoría de votos para la designación del Procurador de una mayoría de dos tercios a una especial de la mitad más uno de los senadores y deja a la Bicameral de seguimiento del Ministerio Público Fiscal el poder de designar un Procurador interino, comisión que actualmente preside el kirchnerista Martín Doñate y que tiene amplia mayoría K.
Hasta este fin de semana en la Cámara Alta creían que habría decreto de prórroga de sesiones Ordinarias. En 2003, 2007, 2008 y 2014 se extendieron hasta el 31 de diciembre; en 2009 y 2013 hasta el 10 de diciembre; en 2006 se extendieron hasta el 29 de diciembre y en el 2015 hasta el 9 de diciembre.
Frente a tantos rumores sobre el conflicto de poder entre los Fernández, el jefe de Estado comentó este lunes feriado que nunca estuvo en sus planes ampliar las Ordinarias y anticipó que prepara el listado para el decreto y definir, conforme a la atribución que le otorga la Constitución Nacional, el listado de prioridades.
Alberto Fernández con Carlos Caserio, presidente de la comisión de Presupuesto
El Aporte Solidario y Extraordinario, sobre el que discutió telefónicamente con el banquero Jorge Brito antes de su trágica muerte, ya tiene media sanción y esta tarde a las 15 comenzará el debate en la comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el cordobés Carlos Caserio. No hay aún fijada una segunda reunión aunque el pronóstico en el Senado es que la ley se debata el 2 o 3 de diciembre, después de que el Presidente la incluya en el decreto. Los votos están y para su debate en Diputados fue Alberto Fernández quien mandó a cuatro ministros a acompañar a su autor, Máximo Kirchner.
La reforma del Ministerio Público Fiscal ya tiene dictamen de comisión del Senado. Firmada el viernes pasado, la media sanción se discutirá el viernes 27, en el recinto. El Frente de Todos supera con holgura la mayoría simple que requiere la votación. Después la ley será girada a Diputados, donde al oficialismo le costará convertirla en ley. Como lo hicieron con la Reforma Judicial (que está congelada momentáneamente), la oposición y varios de los habituales aliados toman distancia. Todavía hay pendiente una charla entre el Presidente y el juez Daniel Rafecas, cuyo pliego nunca se trató en el Senado. El candidato de Alberto Fernández para el cargo de Procurador preferiría ser votado por los dos tercios de la cámara alta. A pesar de los roces que genera internamente la ley, el Presidente la pondría en el decreto para que Diputados continúe el trámite. No se descarta que se le introduzcan algunas reformas o hasta que haya un veto parcial en Casa Rosada. Cualquiera de los dos escenarios implican una negociación o una pelea con la Vicepresidenta.
Este jueves está prevista otra sesión en el Senado (es decir que habrá dos). Será para tratar la Ley de Endeudamiento que propuso el ministro Martín Guzmán. Aunque la votación y aprobación está garantizada, el Presidente también la incluirá en el decreto para que la Cámara Baja complete el trámite y la convierta en ley.
También en los planes parlamentarios, y presidenciales, la Movilidad Jubilatoria arrancará el camino legislativo en el Senado. La nueva fórmula genera un fuerte rechazo opositor, razón por la que la estrategia del oficialismo será que el primer paso lo dé la cámara donde sobran votos.
El viernes pasado en Diputados quedó firmado el dictamen que fija el monto para la transferencia de partidas de Nación a la Ciudad de Buenos Aires en concepto de seguridad. En realidad significa un nuevo recorte de la gestión de Alberto Fernández a la gestión Horacio Rodríguez Larreta. Juntos por el Cambio firmó un dictamen de minoría. El convenio se trataría en la próxima sesión, una sesión que no tiene fecha y quedaría también para Extraordinarias. Altas fuentes parlamentarias indicaron que en los últimos días hubo varios casos de coronavirus, que hasta obligaron a Máximo Kirchner a aislarse.
En el paquete de leyes pendientes que rankean en el tope del decreto de convocatoria, estarán las últimas dos leyes que Alberto Fernández envió al Congreso. Se trata de la interrupción voluntaria del embarazo y de la ley de 1000 días de ayuda a embarazadas y niños recién nacidos. Este mediodía Massa acordará con los presidentes de las comisiones que intervendrán en el debate y posteriormente anunciará el cronograma de discusión. Será incluso más polémico su tratamiento que el impuesto a las grandes fortunas.