En medio de una de las más preocupantes crisis productivas de los últimos tiempos, una publicación del exasesor del Gobierno salteño Alejandro Diego Brown publicó un pronunciamiento donde plantea una interpretación del Ordenamiento Territorial que coincide con la posición de los productores y contrasta con el fundamentalismo de Greenpeace.
Miembro de la Fundación ProYungas y del Consejo Económico Social, Brown interpreta que la ley de presupuestos mínimos (ley de bosques) exige "un ordenamiento territorial que zonifique los bosques en distintas categorías de conservación (rojo: protección absoluta; amarillo: manejo sustentable del bosque; y verde: posibilidad de transformación en agro-ecosistemas), lo que representa sin duda una limitación al uso, a favor de un bien común: los bosques nativos".
Este criterio, que es simple y razonable, no es el que prevalece hasta ahora en Salta; Greenpeace -que ahora se pretende guardián de los bosques- identifica a las áreas amarillas (que abarcan cinco millones de hectáreas en la zona más infradesarrollada de Salta) como si fueran rojas y se niegan a la categorización predio por predio, que es lo que se desprende de la ley (y la sensatez). Un criterio que legitima la inversión agrícola en las 32 fincas denunciadas por el ministro Sergio Bergman, y en no menos de tres millones de los cinco millones de bosque amarillo.
Una mirada diferente
En la página digital de ProYungas, Brown titula que "La deforestación no es el problema... los ambientalistas tampoco!". ""Deforestar es asesinar', dice la ONG ambientalista Greenpeace, concepto que va paulatinamente imponiendo, con insistencia, mediante imágenes desgarradoras, y pronósticos agoreros sobre nuestro futuro próximo". También se dice ... que "Deforestar no es sinónimo de desarrollo" (en referencia a una reciente publicación de los activistas)". Más adelante Brown puntualiza que "nada de lo que ocurre en gran parte de las provincias norteñas se hubiera logrado sin ganarle espacio a los bosques nativos...", y sostiene que "denigrar el concepto "desmontar' es también denigrar el proceso histórico de colonización y crecimiento económico de una parte importante de nuestro país".
Las metas de Bergman
"... el concepto de "deforestación cero' va ganando cada vez más adeptos", advierte Brown en referencia a la meta que el Gobierno nacional fijó para el país para 2020. "En la mayoría de los casos, simplemente es "mirar para otro lado'".
"... el Cambio Climático tiene a la deforestación como una causa importante pero... los países industrializados son los grandes aportantes de Gases de Efecto Invernadero, en tanto Argentina contribuye con el 0,9% de las emisiones globales!", añade Brown y sostiene: "Para el Gobierno central argentino es más fácil concentrar sus compromisos climáticos internacionales... en frenar la deforestación en el norte del país (responsable de menos del 20% de las emisiones argentinas), que en reducir, el relativamente elevado consumo energético industrial y per capita de los ciudadanos de las grandes ciudades (responsable del restante 80%)".
"El desarrollo económico regional no es sinónimo de grandes extensiones de monocultivos de soja o de cría intensiva de ganado -añade-. Para conservar la naturaleza... es necesario un país con instituciones técnicas fuertes y normativas legales que se cumplan... Ello requiere en gran medida del crecimiento económico, que entre otras cosas demanda la ampliación de la frontera agropecuaria, lo cual debe ocurrir bajo criterios de sustentabilidad económica, social y ambiental".
Ecología desde Puerto Madero
Las provincias que deforestan tienen los niveles más altos de NBI. Esto pareciera ser la prueba de la frase “desmontar no es desarrollar”. Las provincias de la región central transformaron hace siglos los pastizales en agro-ecosistemas pampeanos. Y son las que menos han invertido en protección efectiva de la biodiversidad. Por el contrario, las provincias del NOA y NEA, estigmatizadas, protegen, por lejos, un mayor porcentaje de su superficie (más del 20% de su territorio en promedio) y aún conservan gran parte de su territorio cubierto de sistemas naturales.
Fuente: El Tribuno Salta