El martes habrá una reunión de comisión y se firmará el dictamen para que el miércoles 13 el debate sobre la interrupción del embarazo se instale en el recinto. Se espera una maratónica jornada y el resulto es impredecible porque aún hay muchos indecisos. El presidente Mauricio Macri anticipó que, cualquiera sea el resultado, no vetará el proyecto que puede convertirse en ley.

Desde el 10 de abril hasta el 31 de mayo hubo más de 700 expositores que dejaron sentadas sus posiciones. Investigadores, profesionales de la salud, abogados, periodistas, músicos, actores y famosos entraron a escena y manifestaron sus sensaciones. Después de dos meses de intensos debates con grupos a favor de las dos vidas y, contrariamente, quienes alientan la legalización del aborto en la Argentina, se viven horas decisivas.

La discusión tendrá lugar este miércoles, desde las 11, con fuertes internas en Diputados. Adentro, se espera un intenso y extenso debate; afuera, habrá un mega operativo de seguridad porque se esperan manifestaciones de grupos pro vida y abortistas. Buscan evitar incidentes.

Durante el debate muchos legisladores optaron por no expresar su posición para evitar presiones. Contrariamente, todos los diputados salteños anticiparon que votarán en contra de la despenalización del aborto.

Cambiemos es el interbloque que más fuerzas e internas tiene, con fotos de funcionarios con pañuelos verdes y, contrariamente, la marcha “Salvemos las dos vidas”, encabezada por la vice presidenta de la Nación, Gabriela Michetti. Mauricio Macri pidió un debate respetuoso.

En el medio hay varios legisladores que permanecen indecisos. Una posibilidad para convencerlos fue introducir algunos cambios al proyecto original. El texto cuenta con 22 artículos que obtendrá dictamen de mayoría en la comisión.

Pero lo que no cambia es la posibilidad de abortar hasta la semana 14, a excepción de que el embarazo sea producto de violencia, si estuviera en riesgo la vida o salud de la mujer o si hubieran “malformaciones fetales graves incompatibles con la vida extrauterina”. Para el caso de las violaciones, la mujer que aborte deberá tener una declaración jurada y presentarla ante médico que intervendrá.

Otro ajuste es la inclusión de la objeción de conciencia. Si la ley fuera sancionada los médicos podrán negarse a realizar abortos, siempre y cuando se inscriban en un registro. No obstante, hospitales o centros de salud deberán contar con profesionales dispuestos a cumplir la ley.

Un aspecto que ayudó a acercar posturas fue la del artículo que habilita a las adolescentes de entre 13 y 16 años a practicarse un aborto sin la autorización de sus padres basado en lo dispuesto en el Código Civil y Comercial. La norma aprobada en 2014 indica que estos jóvenes “tienen aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física”.

Si se trata de tratamientos invasivos, “el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores”. En caso de conflicto entre ambos, “se resuelve teniendo en cuenta el interés superior sobre la opinión médica”.

La nueva norma pone a disposición de las mujeres que aborten consejerías interdisciplinarias pre y post intervención. No afectaría el plazo máximo de cinco días estipulado en el proyecto, para la realización del aborto desde el momento en que la mujer asiste al centro de salud.

Fuente: La Gaceta