“Tuvimos que dejar de hacer obras para tener recursos y ayudar a la comunidad”, aseguró Sergio Oliva, intendente de Aguas Blancas.
En diálogo con LA GACETA, el jefe comunal de la localidad norteña aseguró el cierre del paso fronterizo con Bolivia y la escasa actividad comercial producto de la pandemia generó disminuciones cercanas al 85% de la recaudación.
“Con la plata que tenemos ayudamos a las familias más necesitadas y a las que deben cumplir aislamiento. También asistimos al centro de salud con lo necesario. Por suerte tenemos el acompañamiento del gobierno que nos envía adelantos de coparticipación o fondos extraordinarios”, sostuvo Oliva.
Desde el lunes el gobierno confirmó la transmisión comunitaria del virus en el departamento Orán. De los 341 pacientes registrados hasta el momento en la zona, cuatro pertenecen a Aguas Blancas.
En relación a esto, el intendente sostuvo que la situación en el municipio está controlada porque luego de detectar estos casos se aisló a 30 personas y se analiza su situación. De los cuatro pacientes contagiados, uno ya se recuperó.
Sobre la situación de la frontera, Oliva destacó que el incremento de personal de seguridad ayudó a evitar el paso ilegal de ciudadanos bolivianos y argentinos por la frontera.
“Desde que llegaron más efectivos de Gendarmería y la Policía disminuyó considerablemente el paso de personas”, concluyó.