Ayer acercaron a la Justicia seis de los ocho cuadernos del arrepentido y exchofer de Roberto Baratta, el número dos de Julio De Vido, Oscar Centeno. El periodista de La Nación que siguió adelante esta investigación, Diego Cabot, explicó que los recibió de un desconocido que lo contactó por teléfono.
Centeno es salteño y trabajó como chofer de Baratta durante varios años. Allí anotó en una serie de cuadernos un supuesto entramado de coimas que salpica a funcionarios kirchneristas. En los cuadernos, en los que aparece de forma sistémica la logística para buscar bolsos de dinero, también hizo referencia a su provincia natal, con viajes propios y de su jefe, Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación durante la gestión de Julio De Vido.
El exchofer quedó detenido el 31 de julio del año pasado. “Apenas después de su captura, Bonadío ordenó una ola de detenciones que incluyó a Baratta, a otros colaboradores del ex-Ministerio de Planificación Federal y a directivos de importantes firmas del rubro de la construcción y la energía. El caso tomó relevancia y en cuestión de horas muchos de los detenidos declararon como arrepentidos. Con sus dichos, Bonadio y Stornelli reconstruyeron el esquema recaudatorio, que, según los investigadores judiciales, coincidía con la descripción que figuraba en los cuadernos del chofer”, detalla hoy el diario La Nación y agrega que después de su detención, Centeno se acogió al régimen del arrepentido.
Cuando declaró, reconoció el material que tenía la Justicia –que en ese momento eran copias- y reconoció que eran de los cuadernos de su autoría. Cuando le solicitaron los originales dijo haber recordado que los había quemado. La policía recorrió la vivienda, y no halló el material.
IMAGEN DIARIO UNO
“Centeno fue excarcelado y aceptado por el Régimen de Protección de Testigos e Imputados Colaboradores. En tanto, su exjefe Roberto Baratta permanece detenido desde el 1º de agosto del año pasado. En más de una oportunidad Centeno intentó, mediante escritos presentados por su defensor, que la Justicia no lo enviara a juicio oral por la causa de los cuadernos. Sin embargo, no lo logró: Bonadío lo consideró parte de la misma asociación ilícita que, de acuerdo con su criterio, presidía Cristina Kirchner”, de quien partió esta investigación.
Bonadío emitió el mes pasado una resolución en la que dio por probados los dichos de 31 arrepentidos, entre ellos, los de Centeno. Esta semana la Cámara Federal validó esa resolución.
Según indicaron las nuevas pruebas no modifican el rumbo de la causa judicial ya que la Justicia ya había dado por válidas las fotocopias que constaban en el expediente; con esa reafirmación, el caso ya fue elevado a juicio oral.