Mauricio Macri suspendió el martes por la noche su visita a la Usina del Arte, donde la Ciudad homenajeó a cantantes de cumbia como Alcides y Pocho la Pantera. La excusa oficial fue el cansancio del mandatario tras su viaje a Córdoba. Ayer, el jefe de Estado tuvo una intensa actividad oficial en la residencia de Olivos, donde hace una semana exteriorizó durante una entrevista cuál será la posición pública del Gobierno respecto a la suerte de Báez y eventualmente de Cristina Kirchner. “Yo tengo que tener disciplina institucional, todos tenemos que ser iguales ante la ley”, le había dicho a TN. Ayer, altos funcionarios con despacho en Balcarce 50 recordaban esa frase como el leitmotiv que seguirá el Ejecutivo. Al menos, en público.
Sin embargo, se permiten también algunas excepciones, empezando por el propio Presidente. “Las imágenes (de Martín Báez contando dólares en la Rosadita) me dieron asco y enojo” señaló aquel día Macri, quien tampoco se privó de opinar sobre el reclamo social de celeridad que -en su opinión- habría interpretado el juez Sebastián Casanello.
Con la detención de Báez consumada, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, uno de los dos voceros políticos más importantes del Gobierno –el otro es el jefe de Gabinete Marcos Peña, quien dijo que “hay que ser muy institucionalista y respetuosos de los procesos judiciales”– fue el único que levantó la voz para hablar del caso. Y por duplicado. “Que vayan presos, y lo más importante, que devuelvan la plata. Con lo de Báez hay mucha gente que no va a dormir tranquila”, advirtió en América TV horas después de la detención. Pareció un tiro por elevación a la ex Presidenta. Ayer, en su visita a Paraná, Frigerio redobló la apuesta. “Celebramos que la Justicia independiente empiece a actuar en estos casos de corrupción”, insistió.
Con la detención de Báez consumada, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, uno de los dos voceros políticos más importantes del Gobierno -el otro es el jefe de Gabinete Marcos Peña- fue el único que levantó la voz para hablar del caso. Y por duplicado. “Con lo de Báez hay mucha gente que no va a dormir tranquila”, advirtió en América TV horas después de que el titular de Austral Construcciones. Pareció un tiro por elevación a la ex presidenta. Ayer, en su visita a Paraná, redobló la apuesta. “Celebramos que la Justicia independiente del país empiece a actuar en estos casos de corrupción", insistió. En privado, dos hombres del riñón del Presidente advierten que el macrismo denunció la corrupción kirchnerista durante años, cuando otros la minimizaban. Prometen que seguirán denunciando los casos de corrupción que encuentren en la gestión, aunque no los mediatizarán. Ayer, por ejemplo, hablaban de los 20 millones de pesos de más que habría gastado el Registro Nacional de las Personas para los puestos para renovar el DNI y los pasaportes en los shoppings.
En el Gobierno no creen que el escenario político, económico y social pueda conspirar contra el avance de la Justicia. “En el Interior nos piden que vayan presos”, afirmaron. El poder de convocatoria del kirchnerismo tampoco los asusta. "El Frente para la Victoria se derrumbó", afirmaron.
Mucho más enfáticos se mostraron para negar que el Gobierno haya empujado las detenciones de Báez y de Ricardo Jaime y evidenciaron su molestia por el tratamiento de los medios sobre las revelaciones de las sociedades en Bahamas que involucraron al Presidente. Con la misma lógica, criticaron a Sergio Massa, que habló de "la cuenta" del mandatario en lugar de la sociedad. "Mauricio no se equivocó cuando señaló que hay momentos en los que a Massa lo puede la ventajita del corto plazo", recordaron.
Fuente: Que Pasa Salta