El precandidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, planteó que en caso de ganar las elecciones del 22 de octubre cerrará el ministerio de Ciencia y Técnica y privatizará el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el organismo que emplea a los científicos e investigadoras. Y justificó esa decisión al afirmar que “no se nota” el aporte de los profesionales del sector al desarrollo de la sociedad y puso en duda “su productividad”.
En un intercambio con el periodista Jonatan Viale, por La Nación+, el diputado libertario que obtuvo el 30% de los votos en las PASO fue tachando todas las dependencias del Estado que eliminaría en un futuro gobierno suyo. Entre ellas, incluyó a todas las áreas que se dedican a la ciencia y la tecnología en el país.
“Que la Ciencia y la Tecnología queden en mano del sector privado”, dijo Milei, mientras tachaba del organigrama al Ministerio de Ciencia y Técnica.
-¿Y el Conicet? -consultó Viale.
-Que quede en manos del sector privado -añadió Milei
-Vas a tener un despelote, -añadió el conductor.
-Que se ganen la plata sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y mejor precio, como hace la gente de bien-, completó el diputado nacional.
Al ser consultado por los miles de investigadores y científicos cuyos salarios dependen del Estado, Milei puso en duda su utilidad: “¿Qué productividad tienen?, ¿qué han generado los científicos?”. Y advirtió que “no se nota” su aporte en el desarrollo económico y el progreso social.
- ¿O sea, cerrás el Conicet?- repreguntó Viale.
“Buscaremos otra forma de asignarlo a otras cosas. Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, cerró con una cita bíblica el precandidato presidencial más votado del país en las PASO.
Conocidas las declaraciones de Milei, la presidenta de Conicet, Ana María Franchi, cuestionó el criterio del candidato sobre la “productividad” del organismo y recordó su rol durante la emergencia de coronavirus. “El Conicet se pone a disposición de la comunidad. En la pandemia, el Conicet generó kits de diagnóstico de virus, que no solo sirvió en Argentina sino que se exportó, desarrolló los barbijos e insumos de todo tipo que sirvieron acá y en el mundo”, sostuvo.
Y ejemplificó: “Si tenés hijos y le querés sacar los piojos, el piojicida Nopucid tiene desarrollo de Conicet. O podemos hablar de los yogures que tienen probióticos. Podemos hablar de cosas también que no son tan tangibles, como nuestros investigadores que trabajan en distintas comunidades de extranjeros y originarias para mejorarle la calidad de vida”.
“No me imagino un país desarrollado que no invierta en Ciencia y Tecnología”, subrayó Franchi, en declaraciones a Radio 10. “Cuando salieron las primeras vacunas (en la pandemia), tan esperadas para no morir o volver a vivir como antes, la primera producción de vacunas se la quedaron ocho o nueve países que fueron los desarrollados”, ilustró.
“¿Vamos a darles un pasaje a Ezeiza, como otras veces, a los científicos para que se vayan? Nuestros chicos y chicas que se formaron en las universidades públicas están formados desde la excelencia. Si no tienen trabajo acá, se van a ir”, concluyó.
La referencia de Franchi compara las medidas de Javier Milei con las que aplicó uno de sus economistas de inspiración, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, en la década del noventa. Cavallo aplicó, como parte de las medidas de ajuste estructural del gasto público, un vasto desfinanciamiento de las áreas de la ciencia que incluyó cierre de institutos y una de las fugas de cerebro más importantes de la historia del país.
En ese marco, en 1994, el funcionario mandó a “lavar los platos” públicamente a Susana Torrado, una investigadora del CONICET ante los reclamos de mejores salarios.
Varios científicos, investigadores y especialistas en el tema repudiaron las propuestas de Javier Milei y advirtieron sus efectos negativos sobre el desarrollo económico y social. El director de Planificación Productiva del centro de investigación Fundar, Daniel Schteingart, compartió un gráfico con el “gasto público en ciencia y tecnología como porcentaje del PBI” que destinan los Estados nacionales, y aseguró que tiende a ser “más alto en países desarrollados y viceversa”. En ese cuadro, Corea, Alemania, Francia, Estados Unidos y Brasil encabezan la lista de naciones que dedican una mayor inversión pública en ese sector.
“No dejo de sorprenderme de las bestialidades de Milei, que quiere cerrar el Conicet y eliminar el gasto público en ciencia”, lamentó.