Juan Manuel Urtubey se transformó en uno de los dirigentes peronistas con mayor proyección nacional en la actualidad. Pese a eso, afirma que recién “en un año” confirmará si peleará o no por la presidencia en 2019, ya que ahora “es muy pronto. El gobernador salteño recibió a solas El Tribuno de Jujuy en la Casa de Gobierno y disparó varias definiciones de alto impacto. Aseguró que este año “parece que no” se va a cumplir la meta inflacionaria del 15 por ciento y sostuvo sobre Luis Barrionuevo que los interventores partidarios deben ser gente “de bajo perfil”. Además, defendió a Nicolás Dujovne por haber entrado al blanqueo antes de ser ministro y señaló que “hace rato” que no habla con Sergio Massa.
La jueza Servini de Cubría aceptó la apelación de José Luis Gioja sobre la intervención del PJ pero confirmó a Luis Barrionuevo como interventor, ¿cómo evalúa eso?
Fue sorpresiva la decisión de la intervención, yo no conocía ni que andaba dando vueltas una causa en la que se pedía la intervención. eso fue sorpresivo, pero por otro lado el partido estuvo gran parte de su vida institucional intervenido, por lo cual para nosotros no es una novedad ya que estamos casi acostumbrados a eso. Es el reflejo de lo mal que estamos, creo que hemos tocado fondo de una manera importante y ahora lo único que resta es mirar parta adelante, porque más abajo de donde estamos ya no se puede.
¿A quién cree que favorece esta intervención? Muchos dicen que beneficia al Gobierno nacional...
No sé, yo no estoy tan seguro. El Partido Justicialista venía arrastrando una crisis muy fuerte y nada avizoraba que nosotros podamos resolverla a corto plazo. Esto no cambia la realidad política concreta porque esto en realidad es una cuestión jurídica, pero puede ser una crisis que la podemos transformar en una oportunidad. Por ahí al Gobierno le convenía que sigamos como estábamos, que estábamos muy mal. Ahora estamos igual de mal, pero creo que se abre una ventana que puede llegar a pasar algo o no.
¿Cree que puede haber una oportunidad con Luis Barrionuevo a la cabeza?
Si nosotros nos quedamos en personas estamos fritos. No alcanza con Barrionuevo y siempre es mejor otro perfil de interventor, siempre los interventores deben ser gente de bajo perfil, que no tenga una larga trayectoria política. Es lo que hoy resolvió la jueza, quien es en lo formal quien hoy conduce el partido porque está intervenido por la Justicia.
José Luis Gioja le dijo El Tribuno de Jujuy que a usted lo iban a juzgar “los votantes y sus compañeros”, en relación a que no fue muy crítico de la intervención. ¿Qué le responde?
Yo no voy a polemizar con José Luis. Cuando durante tu conducción no generaste participación, es muy difícil pretender generar condiciones para que esto pueda suceder casi espontáneamente. Uno cosecha lo que siembra habitualmente.
¿Va a ser candidato a presidente?
No sé. Yo estoy trabajando en la generación de una alternativa política que le sirva a los argentinos y no la estoy pensando en la lógica de ser candidato. Creo que desde el peronismo nos debemos la responsabilidad política de construir una alternativa política que pueda ser superadora a (Mauricio) Macri. Ese es el desafío nuestro. En ese marco, estoy colaborando para que podamos armar algo, inclusive más grande que el peronismo, un poco más amplio. Y creo que no podemos achicarlo a una persona, ni a mí ni a nadie, entonces hay que ir a lo más competitivo posible. De acuerdo a las condiciones, probablemente en un año te pueda contestar o no (si voy a ser candidato), pero hoy me parece demasiado pronto.
Se decía que se lanzaría después del Mundial...
A mí me parece demasiado pronto, porque creo que lo primero que tenemos que hacer es generar la construcción del espacio que está destruido. Pienso en el automovilismo: estamos pensando quién va a ser el piloto y aún no construimos el auto. Hay que construir el auto primero y de acuerdo a que auto tengamos elegiremos al piloto. Es muy difícil tener primero el piloto.
Usted habla de la construcción de un espacio que exceda al peronismo, ¿qué otros sectores lo podrían incluir?
Yo creo que nosotros tenemos que abrir a todos aquellos sectores que, primero, tengamos una mirada común respecto de que no hay que boicotear al Gobierno, que tenemos que ayudar a que el Gobierno le vaya bien. No porque seamos oficialistas, todo lo contrario, somos opositores y queremos ganarle, pero necesitamos una Argentina que funcione, porque si obstaculizamos el funcionamiento del país nos va a ir mal. Y segundo que queramos construir una alternativa realmente de futuro en la Argentina, sin prejuicios, sin falsos preconceptos y fundamentalmente sin mirar obsesivamente el espejo retrovisor. Si nosotros planteamos eso aparecerán las fuerzas políticas que coincidan con nosotros.
El hecho de que usted diga que hay que ayudar al Gobierno, ¿no cree que generó que le pongan un mote de “macrista”?
Claro, es posible. Pero esa es la opinión de algunos sectores minúsculos de la política. La sociedad argentina valora positivamente que haya dirigentes que piensan un poco más allá de las narices de su propio partido. ahí debiera de explicarse porque hay mayores niveles de aceptación respecto a otros dirigentes que tiene una mirada distinta. Da la sensación que lo que algunos dirigentes ven mal la gente lo ve bien. Es tan fuerte la distancia que hay entre la dirigencia política y la gente que a veces lo que es bueno para la gente es malo para los dirigentes y viceversa.
¿No teme terminar compitiendo por el mismo espacio de votantes que apoya al Gobierno?
Cuando yo militaba en la juventud criticábamos por igual a (Antonio) Cafiero y a (Carlos Menem) porque para nosotros habían entregado las banderas del peronismo a (Raúl) Alfonsín. Después entre todos los peronistas elegimos entre ellos dos a ver quien iba a ser el presidente. En definitiva, la sociedad argentina hoy no está buscando un nuevo presidente. La sociedad argentina quiere que nos vaya bien, la sociedad argentina tiene problemas para pagar las tarifas, tenemos serios problemas para mantener el laburo, los que lo tienen lo tienen precarizado y los que lo tienen en regla tienen temor a perderlo. No está tan bien la cosa como para que estemos todos obsesionados en la política y peleando. Cuando pase la etapa de la gestión y venga la etapa de la campaña habrá que plantear las cosas, pero si nosotros ponemos todo el énfasis en diferenciarnos de otro, nunca nos vamos a poner de acuerdo con nada.
¿Eso no podría resolverse en una interna entre el kirchnerismo, ustedes y otros sectores peronistas para potenciar un candidato y que le vaya mejor?
¿Y después que le vamos a ofrecer a la gente? Una ensalada de fruta en donde le vamos a decir: ‘Tomá, vos querías peras pero de paso te pongo un poco de manzanas y un poco de bananas‘. Y al final no sos nada. ¿Qué ganás con ser un montón si no tenés identidad? Yo discutí con gente del Gobierno anterior en muchos temas, pero particularmente en política económica. ¿Hoy que le voy a decir a la gente? ¿La verdad es que yo creo que tenían razón si no tenían razón? ¿Qué le vamos a decir a la gente? Vamos todos juntos pero este de acá piensa que hay que pintar todo de blanco y el otro todo de negro.
Pero usted estuvo mucho tiempo con Cristina...
Pasa lo mismo que ahora. Cuando hubo políticas que coincidí con el Gobierno nacional, coincidí, cuando en plena pelea por la ley de Medios sesionaba Adepa en Salta yo presidía la reunión y hablaba sobre la inconveniencia de la ley. Cuando se hizo el default, yo hablaba en la Argentina sobre que había que pagarle a los holdouts y me dijeron miles de cosas. Yo sostengo mi posición. ¿Si coincido en algo no lo voy a decir? ¿Si estoy en contra de algo no lo voy a decir? La lógica de encorsetarnos no es buena. Yo nunca hice política así.
¿Y Sergio Massa?
Hace rato que no hablo con él, habrá que ver cuál es su posición y su mirada. Yo no quiero trabajar sobre la personalización porque no soy nadie para eso. Lo que yo digo es que caminemos con los que pensamos más o menos parecido. Yo sinceramente no se que piensa Sergio (Massa) sobre el futuro de la Argentina porque no he hablado con él sobre eso. Habrá que hablar en algún momento, al igual que con (Florencio) Randazzo. Habrá que hablar con dirigentes de distintos espacios sociales y políticos también.
¿Cree que se va a cumplir con la meta anual de inflación del quince por ciento?
Parece que no, lamentablemente.
¿Cuánto estima que será la inflación de este año?
Yo siempre renegué de los que aventuran en la Argentina. Es cómo una profecía autocumplible, y yo prefiero dejársela para los economistas. Lo que sí está claro es que no se están cumpliendo las metas y el Gobierno en alguna medida no está funcionando bien en eso, porque se entiende como única herramienta de política económica a la política monetaria. El propio presidente del Banco Central lo acaba de decir. ¿Qué pasa si trabajamos para darle competitividad al azúcar? ¿Qué pasa si generamos condiciones para que alentemos una mayor producción de bienes, generemos una mayor actividad económica y con eso bajemos los precios? Para eso hay que trabajar en energía, en transporte, en comunicaciones, en logística integral y en financiamiento. Hay que generar un marco de medidas que a nosotros nos hagan más competitivos y podamos crecer. Si solamente vamos a arreglar el problema de la inflación con política monetaria nos va a ir como nos va.
¿Está conforme con el Plan Belgrano?
Yo no. Hasta ahora en Salta hemos tenido buenas obras de agua potable, de cloacas, de infraestructura básica del Plan Hábitat y obras de vivienda. Nosotros con el Plan Belgrano imaginábamos un despegue productivo y competitividad para nuestras empresas. Me parece que en eso estamos lerdos, estamos flojos.
¿Cuál cree que es el principal error del Gobierno?
Si vamos a lo más profundo, me parece que se abusa de la utilización de la “grieta” como mecanismo de construcción política. Se pone demasiado énfasis en la contradicción con el kirchnerismo como forma de sostener aceptación de la gente. Es el famosos tema de: “O nosotros o el abismo”. Y yo creo que esa lógica, que le funcionó a la política, ralentizó el despegue de la economía porque sostuvo una enorme desconfianza en la política económica argentina.
¿Considera que este Gobierno tiene mucha corrupción? Me refiero básicamente al tema de las offshore de los funcionarios...
Hay un parámetro cultural distinto al que tenemos nosotros. La gente que viene de un origen de la actividad empresaria y con una concepción de la economía claramente neoliberal, tiene una mirada distinta respecto a aquellos que tenemos una formación más socialista. En nuestra lógica eso está todo mal, en la lógica de un empresario eso está todo bien. ¿Es ilegal tener una offshore? No. Para nosotros es inconveniente pero responde a la lógica de gente que en la actividad privada lo hace.
Pero ahora están en la función pública, no en la actividad privada...
Por eso, estaban en la actividad privada. Es gente que viene con una cabeza distinta con una lógica en donde sus parámetros de lo que está bien y está mal son distintos a los míos. Entonces lo único que te queda cuando los parámetros son diferentes es la legalidad, entonces los tipos se amparan en eso.
Si fuese presidente y sus ministros tuviesen una offshore como Luis Caputo o hubiese entrado al blanqueo como Nicolás Dujovne, ¿los mantendría en sus cargos?
Hay un problema con lo de Dujovne, porque él no era ministro cuando entró al blanqueo. Los legisladores no establecieron una norma para que el que blanqueó en los últimos diez años no podrá ser funcionario público, ese fue un error de los legisladores. si no está previsto me la tengo que aguantar. Nadie puede alegar su propia torpeza, si nadie lo previó hay que aguantársela. Si yo estoy alentando que vengan a invertir en la Argentina, trataría de convencer a mi propia gente que invierta en la Argentina.
Fuente: El Tribuno